INTRODUCCIÓN
Una de las dificultades mayores en la tarea
de evaluar a referees de alta competencia,
es lograr un efectivo balance entre la objetividad
y subjetividad de los puntos de vista del
asesor, con respecto a la tarea del referee
actuante.
Es importante lograr un método justo,
de fácil explicación y entendimiento,
lo que generara en el arbitro la sensación
de absoluta confianza en la tarea del asesor,
cosa indispensable para la confiabilidad
y suceso del sistema.
Los penales otorgados por el referee, tienen
la característica, de ser acciones
y decisiones tomadas por él mismo,
de las cuales es absoluto responsable, y
que objetivamente son irrefutables en su
análisis.
Es tarea del asesor, la toma precisa de
datos, incluidos, tiempo de juego, nº
de jugador, equipo, sector de penalización
y resultado cronológico del partido,
en las cuales se basara como respaldo determinante
de su tarea.
Ante la evidencia plasmada en el gráfico,
su análisis, es una prueba evidente
de la actuación del referee, con
respecto a los grandes enemigos del juego
moderno: las faltas profesionales y el intento
de alguno de los equipos en detener ilegalmente
el flujo de juego.
Esto atenta contra la continuidad, el desarrollo
de las habilidades de los jugadores; en
definitiva, contra el espectáculo
en sí mismo.
Es tarea del asesor en detectar esas faltas,
trasmitirlas en su informe y mostrarlas
claramente a los referees, a fin de que
con el paso del tiempo, con su tarea, logren
el efecto deseado de hacer del rugby, un
juego continuo, veloz y entretenido.-
En el rugby profesional, nada ocurre por
casualidad y es notorio que tanto entrenadores
como analistas del juego buscan la manera
de minimizar las potencialidades del equipo
contrario, y uno de los modos mas efectivos,
es detener la velocidad del desarrollo del
partido y tratar de que la pelota esté
disponible para el contrario lo mas lento
posible. El referee debe reconocer esta
situación, estar alerta a ello, y
tomar las medidas preventivas y punitivas
correspondientes.
En los ejemplos siguientes están
mostrados algunos casos donde la tarea del
referee en la detección de las infracciones
fue correcta, pero no así el efecto
negativo que tuvo sobre el juego, por su
reiteración en el tiempo y espacio,
siendo éste tal vez, el mayor defecto
en su actuación.
PENALES OTORGADOS
CASO 1 – (ver gráfico
y conclusión.)
En este partido, el referee otorgo 41 penales
en el juego, sin tomar efectivas medidas
disciplinarias contra los infractores.
Si observamos la gráfica, veremos
que el equipo A entre los 14 y 28 minutos
del primer tiempo, cometió 8 penales
en las áreas de ruck, maul, tackle
y juego abierto. Allí, el resultado
le era desfavorable 9 a 5, y ocurrieron
a partir de un lapso prolongado de perder
la posesión de la pelota.
Es evidente que esto es producto de una
estrategia de detención, la que no
fue detectada por el referee, ya que no
volvió a reiterarse en el resto del
periodo, al modificarse el resultado.
En ese mismo período, el equipo B,
a partir de los 28 minutos, comete en 6
minutos 5 penales en las mismas áreas,
lapso en el que pierde la posesión
de la pelota, hasta que logra convertir
un try y alargar las diferencias, a partir
de allí y hasta la finalización
del período, no comete más
infracciones.-
En el segundo período entre los 12
y 23 minutos, el equipo A comete 5 penales
en 11 minutos, en momentos en que el resultado
era de 14 a 8, hasta que luego de recibir
un try y un penal y con una importante diferencia
en contra, intenta jugar, no cometiendo
más infracciones.
Este es un caso evidente de infracciones
profesionales permanentes, efectuadas para
intentar revertir la velocidad del juego
y el ataque contrario.
El referee técnicamente actuó
correctamente, penalizando las situaciones,
pero en el aspecto de su control sobre el
juego y la toma de medidas preventivas,
fracaso su lectura, lo que en la mayoría
de los casos puede llegar a ser determinante
en el resultado.-
CASO 2 – (ver grafico y conclusión.)
Campeonato Argentino, Selecciones Mayores
- 2004
El partido tuvo 22 penales otorgados. En
este juego, el equipo A comete 6 infracciones
en 11 minutos al inicio del partido, no
volviendo a repetir esa secuencia, a partir
de adelantarse en el marcador.
La misma situación ocurre con el
equipo B, entre los 4 y 10 minutos del segundo
tiempo, donde comete 5 infracciones en el
área de continuidad, con el resultado
a favor por 6 puntos y donde perdió
el control del juego.
Es interesante destacar que, en ambos casos,
de acuerdo a las estadísticas, se
observa claramente que el equipo que comete
los penales, perdió la posesión
de la pelota, ya que los scrum y lines eran
ampliamente favorables al otro equipo.
Este caso, marca una tendencia a la infracción
reiterada, en momentos específicos
del juego, destinadas a la detención
de los ataques en momentos cruciales, con
el marcador muy cercano.
Sin tarjetas amarillas,
su control del juego fue claro, con una
gran tranquilidad gestual y personal, no
tuvo inconvenientes notables, basado en
su prevención.
Los 27 penales otorgados , muestran su concentración
y rápida sanción a los infractores,
en las formaciones móviles.Con respecto
al scrum, el hecho de que sobre 18 otorgados,
hubo 6 penalizados, 6 reseteados, muestra
que en el 60% de los mismos, hubo incorrecciones
o defectos de forma, en dos oportunidades
debió advertir severamente o amonestar
(20 y 30`del primer tiempo).No tuvo inconductas
mayores , y los tackles peligrosos detectados
fueron rápidamente sancionados y
advertidos.La lectura del grafico de sus
penales otorgados, muestran una clara tendencia
a la infracción profesional, no convenientemente
reprimida.
Entre los 5`y 16`del primer tiempo, Córdoba
comete 6 penales sucesivos (5 en el juego
continuo y 1 en el scrum), así como
Salta comete 4 penales sucesivos, entre
los 3 y 11 del 2do tiempo. En ambos casos
el marcador era muy ajustado .Se recomienda
agilizar la lectura de esa circunstancia,
ya que es altamente perniciosa para la continuidad
del juego.En ambos casos debió amonestar.
INFRACCIONES NO DETECTADAS
El mismo procedimiento, tiempo de juego,
tipo de falta, nº de jugador, debe
ser efectuado sobre las omisiones del referee.
Esto es aún más peligroso
para la continuidad del partido, ya que
generan un efecto altamente negativo, sobre
el feedback con los jugadores y la consistencia
del arbitraje.
Debe efectuarse un análisis de la
sumatoria de ambos tipos de penalizaciones,
y allí llegar a una conclusión
final, sobre el efecto que estas circunstancias
ejercen sobre el control general del juego.
En este estudio, se interconectan lo efectivamente
observado por el referee y lo observado
por el asesor, generando ello un documento
de enorme valía, para el análisis
final de la actuación. Debe evitarse,
en todo momento, la doble imputación
producto de esta circunstancia.
La no detección de infracciones genera,
inmediatamente, la quita de puntos en el
ítem correspondiente. La incidencia
sobre la continuidad y seguridad del juego,
producto de esas faltas, deben analizarse
separadamente y ser reflejadas en la puntuación
correspondiente al control.-
Uno de los sectores donde se observan mayores
inconvenientes de no detección o
error de concepto, es el scrum. El promedio
de no disponibilidad inmediata de la pelota
en esta faceta alcanza, inclusive en la
alta competencia internacional, el 50%.
La gran cantidad de reseteos por colapsos,
malos asimientos, falta de paralelismo,
es de una magnitud tal que debería
ser tratado y observado desde el punto de
vista de maniobras preparadas y efectuadas
con intencionalidad para entorpecer la rápida
disposición de la pelota.-
A su vez esta formación es el único
momento en el que esta permitido el contacto
físico previo a la disputa de la
pelota. Los jugadores que lo conforman,
son de gran volumen corporal y generalmente
toman esta faceta como una oportunidad de
ejercer su predominio físico sobre
el rival.
Los malos asimientos, colapsos y la no justa
disputa del balón pueden generar
severos inconvenientes sobre el control
y seguridad del juego. Es recomendable para
los asesores el estudio profundo de esta
faceta y el traslado de su análisis
en el asesoramiento, para perfeccionar al
referee en su lectura e insistir en la toma
de decisiones mayores y no la simpleza de
resetear, sin profundizar en los motivos
de dichos stops.
La incidencia de esto debe generar un análisis
y mensura sobre otras áreas del juego,
como control y comunicación y generar
allí, la quita correspondiente.-
CONCLUSIÓN
El motivo fundamental de este trabajo es
concientizar al evaluador-asesor de los
grandes cambios generados en el rugby, a
partir de la profesionalización.
Las estructuras del coaching, estudio del
juego y estrategias del desarrollo del mismo,
de parte de jugadores, entrenadores y analistas,
debe ser acompañada por una correcta
interpretación en el asesoramiento,
de las circunstancias que detienen, entorpecen
o anulan las estrategias válidas
planteadas para realizar un partido dinámico,
veloz y continuo, que son ingredientes indispensables
en el desarrollo del deporte moderno.
Es de suma importancia el generar partidos
que sean interesantes para los espectadores
y televidentes, lo que generará un
mayor interés, de sponsors y auspiciantes,
indispensables para el crecimiento de esta
actividad, así como garantizar la
seguridad de los participantes, elemento
indispensable en la captación de
nuevos jugadores.-
En este contexto, la tarea del referee y
por lógica consecuencia la del asesor,
deberá observar aproximadamente los
lineamientos de la aplicación de
la justicia ordinaria, desde la cual proviene
la filosofía del árbitro-juez,
a fin de emitir fallos justos en su tarea.-
En este ámbito, el árbitro
debe seguir el proceso de detección
de la infracción-falta, y a partir
de la misma, la lectura de su materialización
o no, y aplicar la ventaja.
En caso de no prosperar la misma, proceder
al juzgamiento, con el condicionamiento
de la intencionalidad en el acto, a fin
de proceder a la condena del mismo (Penalty-kicks,
incluida la amonestación o no), y
luego en el transcurso del partido, leer
las reincidencias como factor agravante
en las condenas-penalizaciones posteriores.
Obviamente, y a diferencia de los procesos
comunes de la justicia, el árbitro
no dispone de tiempo para el análisis,
sino que debe actuar de inmediato, lo que
condiciona en grado sumo la efectividad
y certeza de sus juicios.
El asesor, quien dispone de mayor tiempo
en su tarea, debe balancear esas circunstancias,
estudiar en profundidad los hechos y elevar
su dictamen final, basado en el principio
de que su trabajo, que es básicamente
de ayuda y apoyo y no de castigo para del
referee actuante.
La correcta interpretación y conclusiones
de la lectura de la tarea del árbitro,
a partir de los actos realizados por el
mismo durante el partido, ayudaran en forma
relevante a los referee-coach en la preparación
y capacitación posteriores, generando
ello una interacción positiva de
feedback y trabajo conjunto, indispensable
para el perfeccionamiento y efectividad
de todo el sistema.
Carlos Molinari
Asesor –Evaluador UAR
Rosario- Argentina
10 de abril de 2004