En el segundo capitulo uno podía prever que el rendimiento podría bajar, ya que la intensidad con que se habían jugado los primeros cuarenta parecía imposible de soportar.

Sin embargo estos treinta leones no cesaron en su rendimiento sino que lo mejoraron y los últimos minutos fueron a todo o nada dejando algo más que la vida en el terreno de juego. El tanteador se modificó a cada instante, era imposible apostar a un ganador, además los protagonistas transmitían tanta confianza en su equipo, que nadie se atrevió a arriesgar.

A diez del final el pleito casi estaba resuelto, el local había logrado detener las incesantes embestidas del único escolta que tiene los Tordos, hasta que apareció, por el centro de la cancha, como un verdadero puma el “colo” Gonzalo García marcando su primera conquista que dejó a su equipo con la posibilidad de pasar adelante en el marcador.

Rocuzzo acertó la conversión y el público de Marista enloqueció. Cuando ya no quedaba tiempo Leopoldo Villanueva cortó la línea de defensa, dejando a “blancos” y “curas” sin aliento, el tiempo pareció detenerse, todos los presentes estaban de pie, se venia la venganza de lo sucedido en la primera ronda (victoria de Marista sobre el final), pero NO, El centro de buena actuación decidió tirarla afuera y Pablito Viazzo no llegó.

Solo quedo tiempo para el pitazo final de César Dalla Torre y la locura de los dirigidos por la dupla Ponce-Goméz.

Luego de terminado el encuentro tuvieron lugar lamentables incidentes, desde RdC reprobamos estas actitudes que de alguna manera empañaron el encuentro.

Gracias a los treinta protagonistas por la entrega durante los 80 minutos.

Carlos ponce DT Marista RC

“Estamos muy contentos los chicos dejaron todo y eso me pone realmente feliz, Queremos ser campeones, en Marista jugamos para ser campeones”