Pero no todo terminó allí. El juego de los “rojos”, pasaba por el despliegue de los eficientes backs quienes se encargaron de revertir la situación y poner a San Jorge nuevamente al frente minutos antes de culminar los cuarenta iniciales.

Como consecuencia inmediata de este inesperado parcial, 17 a 12, la hinchada visitante se encargó de dejar en claro que los puntos se festejan y con completa efusividad.

En el inicio de la segunda mitad, se despertó Marista, que con más ímpetu que buen juego se acomodó en terreno ajeno y se puso en ventaja mediante el notable Pincolini, que le otorgaba el tercer try.

Por su parte, la muy buena producción de San Jorge en el primer tiempo, quedó eclipsada por las fallas en las puntas del complemento. Lo que llevó a que el equipo de la dupla Aliaga-Maiztequi, no visitara el ingoal rival durante los cuarenta minutos finales.

Una variable que se hizo notar a lo largo del partido fue el viento, que por momentos perjudicaba y en otros favorecía a los equipos. Por lo que la efectividad a los palos fue muy escasa y llevó a no buscar esta opción en el encuentro.

La última pieza de este “concierto” de rugby la interpretó la indiscutida figura, Pincolini, quien impuso toda su velocidad para llegar al ingoal y sellar la victoria Marista.

Es verdad, ganaron los curas. Pero los rojos no sólo se llevaron un punto, sino también el honor de haber dejado todo en la cancha y aguardar confiados al próximo rival.