Todo
fue naranja en Tucumán. El
conjunto local se impuso en forma contundente
sobre Mendoza, el último campeón
argentino, por 64 a 20, en el partido preliminar
de Los Pumas-Gales.
Tucumán mostró su efectividad
bien temprano ya que a los 9 minutos ya ganaba
por 14 a 0. Luego Mendoza trató de
jugar, pero le faltaba precisión cuando
se encontraba en el ingoal rival.
Después de los 25 ' Cuyo comenzó
a jugar en el terreno rival, pero siempre
bajo una presión constante de marca.
Esta vez, con mucho esfuerzo, logró
desequilibrar a través del accionar
de algunas individualidades y al buen manejo
de pelota por parte de sus hombres. De esa
forma pudo achicar la diferencia en el marcador.
Los locales se reagruparon correctamente en
defensa y eso les permitió recuperar
la posesión de la pelota. A partir
de allí utilizó el contragolpe
como la vía de ataque más efectiva.
El segundo tiempo fue todo del local. Cada
vez que el visitante cometió un error,
el seleccionado tucumano respondió
con tries. Todos se preguntaban como el último
campeón argentino podía caer
en forma tan abultaba.
Se evidenciaba un equipo mendocino que no
terminaba de acomodarse nunca, ya sea debido
a sus importantes ausencias, sumando a esto
un estado de nerviosismo permanente.
El apoyo del público local se hacía
sentir, festejando cada jugada con una lluvia
de aplausos desde las plateas.
Tucumán manejó la situación
con inteligencia y consiguió una goleada
merecida, Mendoza en cambio debe pensar en
esta derrota como un llamado de atención.
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