El sábado pasado, el cordobés
Diego Domínguez, se despidió
del rugby con la consagración de su
club, el Stade Francais, como campeón
del Top 16. Ahora, el gran apertura, viajará
a Córdoba para disputar su partido
despedida. La fiesta será el próximo
9 de julio y lo acompañarán
muchas figuras del deporte ovalado.
El protagonista de esta historia
es un grande con todas la letras. Este cordobés,
de 38 años, se cansó de batir
todo tipo de récords.
Es el mayor goleador histórico del
seleccionado italiano con 983 puntos en 74
partidos , el mayor anotador de su selección
en los tres Mundiales que disputó (Gales
1999, 30 puntos; Sudáfrica 1995 39
puntos e Inglaterra 1991, 29 puntos) y el
máximo anotador de drops (20).
Además, desde que llegó al Stade
Francais en 1997, anotó la módica
suma de 1763 (50.17% del total del club) y
consiguió cuatro campeonatos.
El apertura debutó con Los Pumas
en un partido contra Chile en 1986, pero
como en su puesto jugaba nada menos Hugo
Porta, no tuvo demasiadas chances de lucirse
con la celeste y blanca. En resumen, sólo
disputó dos partidos con el seleccionado
argentino y, tras una gira realizada en
1989 por Francia, decidió quedarse
en Europa (residió un año
en el país galo y luego se mudó
a Milán, Italia).
Diego, al ver que en Los Pumas no tenía
oportunidades, aprovechó que su madre
era italiana y adquirió dicha nacionalidad.
El DT de la Azzurra no tardó mucho
en darse cuenta de las aptitudes del apertura
y lo convocó a su selección.
Finalmente, Domínguez debutó
en 1991 contra Francia y jugando como centro.
Pero claro, sus cualidades como pateador
hicieron que dejara el centro de la cancha
para ponerse la camiseta que lo llevaría
a la gloria: la diez.
Domínguez tuvo bastante que ver
en el ascenso del rugby italiano en la década
de los noventa y en su entrada en el torneo
más antiguo del rugby mundial, el
Cinco Naciones, que, precisamente, con el
ingreso de los transalpinos en 2000, pasó
a ser el Seis Naciones.
El avance del seleccionado italiano hicieron
que varios clubes grandes de Europa se fijaran
es ese apertura que tenía las haches
entre ceja y ceja. Así fue que, en
1997, el Stade Francais de Francia ganó
la pulseada y lo incorporó a sus
filas. Los resultados de la contratación
llegaron enseguida. El club parisino logró
el título, algo que no conseguía
desde 1908, al año siguiente de la
llegada de Diego.
En el 2000, y tras haber quedado últimos
en el Seis Naciones de ese año, el
cordobés decidió renunciar
a su selección pero, como nadie podía
llenar sus zapatos, los directivos de la
Federación le pidieron que reconsiderara
su decisión. Así fue, el apertura
cambió su postura y disputó
el Seis Naciones del 2003, para luego sí
decirle adiós a la azzurra.
Su despedida total de rugby llegó
un año más tarde. Más
precisamente el pasado 26 de junio. Claro,
Diego se fue con todos los honores: ganó
el Top 16 y, en la final, anotó 20
puntos.
Ahora, antes de convertirse en directivo del
Stade Francais, Domínguez jugará
su último partido en Córdoba,
ante su gente y frente al seleccionado de
esa provincia. Para este encuentro despedida,
que se realizará el viernes 9 de julio
en el club La Tablada, primer equipo del pateador,
habrá varias glorias del rugby que
serán parte de la fiesta: Bernard Laporte,
DT de Francia, Ignacio Corleto, Agustín
Pichot, Pablo Lemoine, Federico Méndez,
Christophe Dominici y muchos más.
“Estoy contentísimo. Antes
del partido frente a Perpignan pensé
en todos los esfuerzos que hice en mi carrera
y me dije que merecía ganar la última
vez y así fue. Le digo gracias al
rugby", declaró Diego ni bien
terminó el partido que coronó
al Stade Francais campeón de Francia.
Claro, lo que quizás no sabe el apertura
es que el rugby también tiene mucho
que agradecerle a él.
Rugby & Fun