CAPÍTULO 2
.......Ian Roddan habló de los cambios que había tenido oportunidad de observar y de la influencia que los mismos han tenido. “La primera cosa que debe decirse es que cuando era un juego completamente amateur, no había real necesidad por ganar, un ambiente en el que no había tablas de clasificación, sólo una colección de partidos tradicionales. El primer paso competitivo fue ir a las ligas. Pero el Stow no adhirió a las ligas en forma inmediata, nos quedamos afuera los dos primeros años, ya que queríamos conservar los partidos locales con clubes como Evesham, Shipston-on-Stour y Stratford”.
“Fue una buena decisión para el Stow ya que nos dio la oportunidad de observar como las cosas se desarrollaban. Pero al final no tuvimos otra opción porque lentamente nos fuimos quedando sin partidos ya que los otros clubes aceptaron jugar en las ligas. También para nosotros resultó inevitable ingresar a una liga.”
“Entramos en la última división, en Gloucestershire League 4, y lo hicimos realmente bien durante varios años. Luego ascendimos a las ligas 3, 2 y 1. Porque nos habíamos quedado afuera al comienzo, cuando decidimos entrar fuimos colocados en las ligas del fondo e inevitablemente sucedió que nuestro nivel resultó más alto que el del resto. Luego entramos Southern Counties North pero luego surgió la posibilidad de cambiar de área nuevamente y nos movimos a South West 2 East. Eso significa que jugamos la mayoría de nuestros partidos de primera división contra equipos ubicados sobre el corredor M4. Pienso que el viaje más largo que tenemos es hasta Olney, el club de Northamptonshire. Si no hubiéramos cambiado, habríamos terminado jugando con algunos de los clubes de Cornish y ello hubiera significado demasiados viajes”.
“Hemos tenido cinco o seis años exitosos y por supuesto que los triunfos generan interés. Pero ahora se ha elevado el nivel y, como muchos otros clubes chicos, nos estamos viendo en dificultades para balancear las cuentas”.
Chris Hobbs me contó una historia marcadamente parecida del Avonvale. El club fue fundado en 1883 y desde entonces ha aportado 120 años de práctica de rugby al pueblo. El club abre sus puertas a los equipos locales de fútbol y cricket y su clubhouse ha estado siempre disponible para otras actividades sociales o deportivas, así como también para las escuelas. Siempre ha sido una pieza clave en la comunidad local. Pero además, el club ha producido jugadores internacionales, provinciales y numerosos integrantes del primer equipo del Bath.
Tiene asimismo derecho de reclamar el alto honor de ser uno de los clubes más antiguos de rugby en el área de Bath. Nacido como Batheaston FC, los fuertes lazos familiares han ayudado a mantener el club unido a través de los años. Por ejemplo, estuvieron los Blanchards jugando para el club desde sus primeros años y los hubo hasta hace pocos años atrás. Sin duda alguna el Avonvale ha hecho una enorme contribución a la presencia y permanencia del rugby en su área de influencia. Por ejemplo, una vez les faltaba un jugador para un partido y con rapidez consiguieron un jugador de fútbol para completar el equipo. El único problema fue que en el primer line out, él saltó y cabeceó la pelota al touch!. Imagínense las veces que el referee del partido habrá contado esa anécdota. Otra vez, el Avonvale enfrentaba al Midsomer Norton y el juego se había puesto tan caliente, que el referee mandó a los treinta jugadores a sentarse durante diez minutos para enfriarse.
Cuando Chris Hobbs fue capitán de Avonvale, al comienzo de la década de 1990, el club militaba en las Divisiones 1-2 de Somerset. Jugaban contra clubes como North Petherton, Wells, Minehead y algunos del área de Bristol. “Antes de la aparición de las ligas habíamos jugado en Gloucester, Dorset, Swindon y Wiltshare. Eran muy buenos partidos locales. También jugábamos cada año contra un club de Londres, Batterside Ironsides, porque uno de nuestros integrantes tenía una conexión allí y nos llevábamos muy bien. Pero ahora no es tiempo para ese tipo de partidos”.
“Encuentro que ahora la diversión ha dejado de ser una parte principal del rugby. Las ligas se arman según el rendimiento que has tenido en las copas. Nosotros preferimos quedar fuera de las ligas al principio, pero cuando quedó claro que nos quedábamos sin tener con quien jugar, no nos quedó otra alternativa que sumarnos. Nos colocaron en la División 3 de Somerset en la primera temporada. Ascendimos a la segunda división el año siguiente. Ganamos también el ascenso al año siguiente y obtuvimos el derecho de jugar en primera división. Allí enfrentamos a clubes como Weston Hornets, pero ahora ellos están cinco o seis ligas por encima nuestro. Otros equipos del área de Bath que estaban en la misma liga con nosotros eran Old Sulians, Oldfield y Walcot OB”.
La gente de Stow cree que la liga en la que están ahora, South West 2 East, tiene un nivel muy alto, en el que ellos nunca habían jugado antes. Ese nivel, dicen, es considerablemente más alto que lo que era cuando el profesionalismo arribó. Este es un punto realmente positivo. A pesar que existieron algunas bajas notables en el proceso, los niveles han crecido en todas las categorías. Pero Roddan dice que existe un consenso en el sentido que el club no puede ir más lejos que eso. “Puede ser que algunos clubes más grandes que nosotros lleguen también a la misma conclusión ya que sólo es posible lograr aquello que se está en posición de obtener”.
No hay duda alguna que las ligas han cambiado la cara del juego, especialmente en Inglaterra. El rugby de ligas existió en Gales a nivel juvenil, especialmente en el oeste, por décadas y es muy competitivo. Tal vez esa sea la explicación por la que Gales era tan fuerte. La aparición de las ligas en Ingtlaterra ha hecho que su equipo nacional sea mucho más fuerte, principalmente porque sus jugadores están jugando ahora sólo en las ligas máximas en lugar de hacerlo contra clubes diseminados por todas partes. Recuerden que tan recientemente como en 1993, un jugador como Wade Dooley que jugaba para Inglaterra ante los mejores equipos del mundo, jugaba para su club Preston Grasshoppers o Fylde. Eso ya no sucedería ahora. Pero en mis días y hasta hace tan poco como la década de 1980 y principios de la de 1990, el rugby en Inglaterra estaba esparcido sin que hubiera alguna posibilidad para los mejores jugadores de competir entre ellos.
Aunque si bien es cierto que las ligas han mejorado el juego en Inglaterra, no puede afirmarse que hayan hecho lo propio en Gales. Mucha gente solía decir que jugar en las ligas locales de Gales era mucho más duro que hacerlo en el máximo nivel. Después de todo, un botín bien direccionado puede encontrar un blanco perfecto sin importar para quien o contra quien estás jugando! Con certeza la competencia por plazas en esos días era realmente difícil y tales circunstancias producían una clase de tipos capaces de competir. Pero por muchas razones - como la muerte de las pequeñas comunidades por la desaparición de la industria pesada y los jóvenes yéndose a otros lugares - esa competencia y en general toda la estructura se ha perdido en Gales.
Pero ahora, aún los clubes más pequeños están observando lo que las ligas han provocado y dicen: “Nunca más”. Habitualmente viajo por las Islas Británicas y visito clubes no sólo en mi propio país sino también en Inglaterra, especialmente en Yorkshire, y Escocia; en todas partes recibo el mismo mensaje, el mismo reclamo de la gente involucrada en el rugby juvenil. Todos están preocupados sobre donde va el dinero del rugby.
Sólo como ejemplo, el Pyle RFC cerca de mi casa, ha sido siempre considerado uno de los mejores equipos juveniles de Gales. Ellos disfrutan de una bien ganada reputación entre los clubes galeses por producir muchos jugadores extraordinarios que luego son incorporados a muchos clubes de primer nivel.
Pero dos años atrás, la gente de Pyle decidió, que ya era suficiente. “Por qué estamos luchando para satisfacer a un grupo de jugadores que lo único que quieren es nuestro dinero?” se preguntaron a sí mismos. Existieron también rumores que muchos de esos jugadores ya habían dejado atrás su mejor momento y que no valían lo que se pagaba por ellos. Fue entonces que decidieron dejar de pagar a los jugadores y de un día para otro veinte jugadores se evaporaron. El resultado es obvio en un aspecto. Ellos están jugando ahora por debajo de muchos clubes que del otro modo habrían superado fácilmente. Muchos jugadores no quieren ir allí ahora y eso ha significado su declinación en términos de nivel de juego.
Pero de ningún modo en términos de espíritu o finanzas. El club ha sobrevivido y, por su propia acción, el comité probablemente ha salvado el futuro de la institución al negarse a endeudarse. Si quieren saber mi opinión sobre si estuvieron bien en adoptar esta drástica decisión, diría que sí, definitivamente. Pero también me consta que muchos clubes tienen miedo de adoptar una decisión como ésta.
Esto se debe a que hemos creado una situación en la que los jugadores esperan alguna suerte de recompensa y están convencidos en que nada debe hacerse si no hay paga extra. Por supuesto que los escucho decir que con el profesionalismo algunos clubes han logrado progresar. Ahora tienen patrocinantes y gente que los sigue, están disfrutando del profesionalismo. Lo cual es verdad. Pero durante cuánto tiempo podrán mantenerse haciendo esto sin alcanzar la cúspide? La respuesta es que no lo sé, y éste es precisamente lo que está en la mente de las personas en los clubes de muchos países. Mucha gente me ha dicho, cuanto antes volvamos atrás, mejor. No se trata de no ser ambicioso, es la realidad de la situación. Tengo la impresión que ellos están esperando una directiva de las uniones.
Algunos piensan que todos los clubes con ambición deben pagarle a sus jugadores. Esto es bueno y bien por ellos, pero también hay que ser realistas. El hecho es que el 95% de esos clubes nunca llegarán a la liga Premiership. En consecuencia, según yo lo veo, no tienen otra alternativa que aceptar esta situación. Tal vez una solución sea que se conviertan en un club que alimenta a otro más grande, a uno que esté en la Premiership, en ese caso se asegurarían alguna clase de asistencia que los ayude con sus finanzas. Las uniones deberían aportar más dinero para consolidar la estructura de clubes como éstos, y apoyar así las raíces del juego.
Continúa la semana próxima