La prensa inglesa continúa congratulándose como es natural y de esperarse tras un gran suceso deportivo. Es difícil culparlos de esto, han esperado tanto tiempo esta oportunidad y la verdad es que tienen un excelente equipo. Entre los varios artículos de celebración que aparecieron en los medios ingleses, ha habido algunos que provocaron mayor nivel de análisis e interés, escribe Tom Jones.
Lo que sigue son extractos de un artículo sobre Humphrey Walters, un consultor de gerenciamiento empresario, al que Sir Clive Woodward consultó buscando inspiración y consejo y fueron publicados en el diario dominical The Observer del 30 de noviembre de 2003. La nota incluye consejos interesantes que sirven tanto para el altísimo nivel empresarial como para el deporte, siendo relevante para entrenadores de cualquier nivel, y aún aceptando que los recursos de Inglaterra son la envidia de las demás naciones. Walters se mostró ansioso por explicar las razones del éxito de Woodward como entrenador en vez de hablar sobre él mismo. Se refirió a la tarjeta de navidad que envía su compañía llamada:
“Líderes inspiradores: los 12 mandamientos”
Walters considera que cinco de estos doce mandamientos son particularmente relevantes a Woodward.
- Las situaciones no generan grandes actuaciones – la gente genera grandes actuaciones
Clive es muy bueno en esto. Se dio cuenta desde temprano que tenía que crear un ámbito para la gente – es decir, los jugadores. Los jugadores son los que lo harían.
- El optimismo perpetuo es multiplicador. ¿Estoy excitado? ¿Analizo las posibilidades?
Esto es algo en lo que Clive es genial. Siempre supo que Inglaterra podía ganar el Mundial. Todo el mundo ha visto los videos de sus rivales, por lo que hay que pensar lo inimaginable. Esa es una de las razones por las que es un placer trabajar con él. Si uno trae una buena idea, dirá “Vaya, que interesante” en vez de decir “no va a funcionar.”
- Nunca desatender los detalles
Presta increíble atención a los detalles y las cosas no esenciales que son críticas. Un ejemplo de esto es la idea de cambiarse en el entre tiempo. Esto es algo que tomé de Pete Sampras al notar un grandote peludo que se cambia en el court central y enseguida queda fresco, como nuevo. Y Sampras casi siempre elegía el momento en que su rival pensaba que estaba por ganar el partido. Tuvimos problemas para convencer a los jugadores. Lo usamos por primera vez en el Stade de France; cuando salieron para jugar el segundo tiempo, los franceses los miraron y dijeron: “Cristo, ¿cambiaron a todo el equipo?” Al margen de lo sucedido en el primer tiempo, sicológicamente hace que uno parezca más fresco y grandote. En los negocios y el deporte es hacer cincuenta cosas 1% mejor.
- No se sabe lo que se tiene hasta que no se prueba .
Le dije al principio de nuestra relación: “Clive, debemos aprender la habilidad de pedir perdón.” Uno debe hacer cosas y luego esperar a que se quejen y gruñan. Si se pide permiso la gente sólo dirá que no se puede hacer. Un buen ejemplo es entrenar en Twickenham. Teníamos que entrenar allí. Debíamos practicar en la cancha donde íbamos a jugar y aunque fue un furor fuimos y lo hicimos. Pedimos disculpas, nos perdonaron y hoy es parte del procedimiento habitual de las prácticas.
- Grandes líderes simplifican
Clive es muy bueno en hacer que las cosas complicadas parezcan simples. Produje la frase: “pensar con brutal simpleza.” En un comienzo, todo era muy complicado. Si se tiene el entrenamiento y la habilidad entonces se puede soportar las expectativas descolocadas – por ejemplo errores y malas decisiones del referí. Un gran equipo soporta una mala actuación. Puede ganar jugando mal.