La mayoría de las lesiones de la línea de tres cuartos ocurren en el tackle y la mayor parte de ellas se infligen sobre el portador de la pelota.
En general este jugador necesita ser más proactivo. Esto se puede lograr entrando en contacto con más vigor y usando las caderas y el hombro como protección. Los jugadores no deben usar el brazo para terminar la caída ó caer con las articulaciones expuestas. Siempre tensar el hombro de la caída y tratar de caer naturalmente para podar rodar en el momento que se hace contacto con el piso.
Por el otro lado el tackleador se debe concentrar en acercarse al objetivo antes de arrojarse, manteniendo la cabeza lejos de cualquier impacto y contraído el hombro de contacto. El objetivo básico debe ser mantener todas las articulaciones “arropadas”. Cuando están descubiertas y estiradas están menos equipadas para el contacto por lo que hay que prepararse, estar listos y focalizar y seguir como si se fuera una pelota y, preferentemente, una pelota de goma.
Las publicaciones médicas pueden categorizar las lesiones en numerosas clases pero en términos muy amplios los tres cuartos y todos los otros jugadores están bajo riesgo en los siguientes casos, aunque detallaremos los más graves:
► Incapacidad catastrófica-permanente.
► Lesiones por contacto externo violento tales como los muslos marcados por los tapones.
► Descoordinación violenta interna por acción violenta de un grupo de músculos sobre los tendones y otros músculos tales como rotura de tendón de corva.
► Inflamación de sobreuso por uso y rotura causadas por acciones repetitivas.
► Infecciones de la sangre transferidas por el piso ó por contacto con otros jugadores.
Cada uno de estos casos en sí mismos son un tema extenso pero aquí tenemos solamente un rápido comentario primordial sobre cada uno.
► La lesión de incapacidad más temida es la lesión espinal grave que se puede eliminar no exponiendo nunca el cuello a la combinación de flexión (mentón forzado hacia abajo contra el pecho) y rotación (mentón girado hacia los lados).
► Las lesiones causadas por violencia interna tienen la capacidad de volverse recurrentes por lo que una adecuada rehabilitación ayudará a prevenir frustraciones e inconvenientes crónicos.
El tratamiento de este grupo y de las lesiones de impacto también se deben dirigir hacia dos objetivos inmediatos.
1. Detener el derrame con presión y frío.
2. Quitar la irritación y la inflamación disipando la sangre desplazada en el derrame interno.
Durante las primeras 48 horas estos pasos comprenden el proceso de descanso, hielo, compresa y elevación (Proceso DHCE) para controlar el derrame. Durante las próximas 48 horas se puede ir aumentando la actividad pero dentro de los límites permitidos por el dolor. Una vez que la inflamación ha sido controlada, (normalmente dentro de este período de tiempo), esta fase debe excluir los masajes pero el ejercicio y
algo de calor ayudarán a absorber la sangre desplazada y aumentarán el suministro de sangre cicatrizante para reparar el tejido. Transcurridos cinco días el jugador lesionado puede comenzar con un poco de elongaciones para recuperar flexibilidad y para reducir el efecto del tejido cicatrizado. Esto puede ir progresando con un trabajo dosificado y graduado hasta llegar al entrenamiento completo para recuperar la fuerza normal y la resistencia.
En los casos de golpes en la cabeza donde la victima ha sufrido contusiones se debe ver al doctor y no se debe mover del campo de juego hasta que las facultades mentales no se hayan recuperado totalmente. La rehabilitación por lo general requiere tres semanas de descanso, pero no se debe retomar el contacto hasta que no esté autorizado por el neurólogo.
► Las lesiones de tipo “uso excesivo” requieren esencialmente un descanso. Continúe agravándolas y se quedarán con Ud.
► Los jugadores de Rugby se deben vacunar contra las infecciones del tétano y de la hepatitis B y no deben jugar si tienen algo contagioso como ser el impétigo. El mejor aseguramiento contra cualquier otra enfermedad de la sangre es asegurarse que las propias heridas estén muy bien vendadas y cubiertas y se debe detener el juego hasta tanto no se retiren los oponentes que están sangrando y abandonen la cancha para ser adecuadamente vendados y curados.
En conclusión, aquí tenemos un lista breve de las cosas que se pueden Hacer y las que No se Pueden Hacer que no han sido mencionadas en el texto.
Lo que se Puede Hacer.
► Al armar las competencias hay que considerar la edad, destreza y experiencia de los jugadores.
► Asegurarse que el terreno de juego cuente con los postes de goal debidamente acolchados y con barreras.
► Calentar antes del partido y elongar una vez finalizado (pero no sobre cemento).
► Los cinco frontales deben usar canilleras.
► Asegurarse que los botines tengan los tapones permitidos.
► Abandonar la cancha si le suceden cualquiera de las siguientes lesiones:
laceración grave
rotura severa de músculo / tendón
lesión grave de articulación
dislocación
trastornos internos,
fractura,
lesión en la cabeza, cuello ó espina dorsal
lesión en el pecho, ojos ó genitales.
Lo que No Se Puede Hacer.
► usar joyas,
► masticar chicle,
► tomar un baño caliente después de una lesión con hemorragia interna,
► beber alcohol después de lesiones en los músculos ó articulaciones,
► jugar ó entrenarse – (cuando exista la elección),
sobre superficies desiguales,
canchas fertilizadas con productos orgánicos,
canchas marcadas con químicos irritantes.
Aparte de preocuparse por su propio bienestar los tres cuartos deben tener una gran consideración por los oponentes. Mucho del trabajo de la línea de backs se realiza a una gran velocidad lo que coloca a los músculos y articulaciones bajo una gran presión.
Si tacklea tarde a los jugadores que llevan la pelota cuando ya no están al alcance, si los golpea muy alto cuando están corriendo, si los retuerce violentamente cuando los atrapa ó si los aplasta cuando están perdiendo el equilibrio, algo seguramente les sucederá.
Con certeza que las actitudes intencionadas no son buenas para nadie. Un buen tackle bajo legal es seguro para ambas partes y es tan efectivo como los “grandes golpes” por lo tanto no es necesario lesionarse unos a otros y abandonarse a los instintos Bárbaros de los espectadores más a tono con el Coliseo que con Ballymore ó Twickenham.