Con con su actuar antideportivo, antisocial en relación a un arbitro, provocó que la URC fuera sancionada por la UAR, perdiendo el seleccionado de la URC su condición de local en el Torneo Argentino del año 2005 debiendo trasladarse a San Juan para jugar dos partidos que correspondía se disputaran en Mendoza.
El objeto de la demanda ganada, fue lograr un antecedente que sirviera de ejemplo no solo para el rugby, sino también para todo el deporte.
Cansados, de estas reacciones de personajes que con su violencia y su actuar impropio empañan al rugby y al deporte en general, nos propusimos iniciar contra el identificado como autor del atropello al arbitro, tanto las acciones disciplinarias que competen a nuestra Unión, como un reclamo económico por la vía judicial correspondiente.
A la mayoría de estos violentos, poco les interesa el deshonor de una sanción administrativa, les resulta indiferente, ya que no los afecta el hecho de estar suspendidos (en este caso por 99 años) por que no juegan o participan de alguna manera en el deporte, y a su vez porque es muy difícil el control de los mismos para impedir su ingreso como espectador a los partidos.
Pero una de las vísceras que más le duele a cualquier persona, "ES EL BOLSILLO", o sea tener una sanción económica.
Convencidos de ello, nos embarcamos en este juicio, el que para beneplácito del rugby y del deporte ha tenido un rotundo éxito.
Por ello hoy, es importante (este comunicado, para que se difunda) comunicar y difundir en nuestra sociedad, entre nuestros deportistas y aficionados, que quien viole las reglas de juego y cause daño, puede ser sancionado no solo administrativamente sino que "va a responder económicamente con su patrimonio por los perjuicios causados a personas o a entidades"
Ojala que este antecedente, cunda y sirva para avanzar en la lucha contra los irrespetuosos del deporte, contra los violentos.