La Unión de Rugby de Buenos Aires y sus pares del Interior no se pusieron de acuerdo y, por ende, no se aprobó la reforma del estatuto, algo que solicitaba la Internacional Rugby Board para comenzar con la inserción de la Argentina en la elite del rugby mundial y enviar el famoso dinero (2.700.000 libras ó 5,5 millones de dólares) que le corresponde por ser integrante del Tier One (los diez mejores países del mundo).
Hoy en día, la Unión de Rugby de Buenos Aires, cuenta con el 47 por ciento de los votos y posee el poder de veto, pero el Interior desea que ese porcentaje se reduzca a un 23.
Los dirigentes de las uniones de todo el país estarían de acuerdo en aprobar la reforma del estatuto de la Unión Argentina de Rugby (UAR) en los artículos que distanciaban a los Pumas del mundo profesional. Pero no así en los puntos que no formulan una modificación en el régimen de asignación de votos. De esta manera, se posterga aún más el camino para que el seleccionado esté habilitado a competir en un certamen rentado, como puede ser el Tri Nations.
Con consenso casi absoluto en lo relativo a la profesionalización de los Pumas, el nudo que resta por desatar es el deseo de las uniones del interior de cambiar el artículo 33, que tiene que ver con la distribución de los votos en las asambleas.
Las uniones del interior consideran "injusto y abusivo" el poder de Buenos Aires. En la actualidad, la URBA cuenta con el 47 por ciento de poder de voto (es así desde 1995). El interior anhelaba anoche reducir esa fortaleza (a un 23 por ciento, aproximadamente), con el cambio del régimen de asignación de votos vigente.
La asamblea extraordinaria comenzó a las 19 y tras dos horas y media de debate se llamó a un cuarto intermedio. Era tal el abismo que distanciaba a las posturas, que el dirigente Pablo Linares Luque, visiblemente cansado, se lamentó: "A esto todavía le queda para rato".
Durante el descanso se dividieron los dos grupos antagónicos para planear la estrategia a seguir y analizar una posible contrapropuesta. Cerca de las 22.45 se retomó el diálogo hasta la medianoche, pero sólo con la presencia de los representantes de Tucumán, Córdoba, Rosario y Mar del Plata, por el lado del interior, y los hombres fuertes de Buenos Aires acompañados por Carreras. Y a las 23.50 se reunió otra vez la asamblea con todos sus miembros, que finalmente no aprobó la reforma. Se convocaría un nuevo encuentro dentro de 40 días.
Existen motivos para modificar con urgencia los estatutos de la UAR. Los dirigentes argentinos, con Hugo Porta a la cabeza, deberán presentar el plan estratégico que adoptará la UAR en su camino hacia la profesionalización. La IRB dispuso dos fechas para escuchar la postura argentina: una mayo (a la cual ya es imposible de llegar) y la otra en noviembre.
Si la IRB abre el grifo financiero, el dinero será destinado a la creación de cuatro centros de alto rendimiento. Además, con esa plata se podrá mantener a un plantel de jugadores profesionales.
Porta esperaba en Dublín una solución
Hugo Porta, representante de la Argentina ante la IRB, aguardaba anoche en Dublín por una solución de la disputa entre la URBA y el interior para dar señales ante el organismo internacional.