Lindo día para jugar rugby en la siestita mendocina, los veteranos de Tortugas se dieron el gustazo de jugar -y ganar- con un combinado de Nueva Zelanda, los Dandy Lyons con Maoríes incluidos, encima le hicieron frente al intimidante Haka de los del país del Helecho Plateado.
Rigor físico, nada de empujoncitos y cuidado con los mayores, nada, este grupo de veteranos juega al Rugby con todas las letras, golpes fuertes leales, tackles durísimos, rucks y mauls a matar o morir, máxima intensidad en cada pelota, sólo en el scrum que se juega simulado descansan un poco y toman aire, el resto, es puro Rugby.
Cuatro tries a tres fue el score final (20-15), no se patea la conversión después de la conquista, el marcador lo abrió el conjunto visitante a través de Scott Shealds, el hooker conocido como "Mini Me" en alusión a la pelicula de Austin Powers, obvio muy pequeño él.
Juan Cruz Navarro descontó para Tortugas, por la punta llegó su try, así terminó el primer tiempo, mucho ritmo, pelotas disputadas en el piso y a correr todo el mundo.
Áspera estaba la cosa, hubo golpes varios, le pueden preguntar a "Fernandito" Duran sobre el topete que le dio el wing Maorí, "sino me frenaba era try, no se comió el amague" comentó el "Negro". (hay foto más abajo).
Dos mendocinos, se dieron el gusto de jugar con la camiseta "All Blacks", el "Copo" Sabatelli y "Chocolate" Castillo.
En el segundo, Quentin Stevenson más conocido como Lightning, (todos tienen sobrenombre), puso en ventaja de nuevo a la visita, pero la figura del partido, Germán Casado igualó el match en una cortada que terminó debajo de los palos.
Partido duro y parejo, muchos cambios, agua y a seguir jugando el tercer período, "Mini Me" otra vez apoyó un try y puso adelante a su equipo alentado por las porristas que le dieron color al cotejo.
Pero los Mendocinos eran más, juego de manos interesante pero sin tanta efectividad finalmente tuvo de premio y Fabián Antich puso las tablas con su try, para que más tarde el "Pacotillo" Jorge Cortéz marcara el try del triunfo.
Marcos Ballarini tocó el silbato y todos se abrazaron en un interminable intercambio de camisetas, claro, antes prometieron seguir con lo mejor del partido en el tercer tiempo entrada la noche.