Se adelantaron los teutones con un golpe pasado por Wiedeman que anuló seguidamente Riu con sus primeros puntos de la tarde. Poco después tuvo la ocasión de llevarse otros tres puntos para Sant Boi pero su intentó se quedó algo corto y las sombras del 10 empezaron a aparecer por el Central. Sin embargo el buen hacer del nuevo apertura se encargó de despejarlas.
Con un perfecto drop en el minuto 20 de la primera mitad que suponía el 9-3 en el electrónico del campo universitario empezó a abrir brecha respecto a unos visitantes que no mostraron mucho (por no decir nada) en Madrid y cuyas máximas ocasiones venian propiciadas por errores de los de rojo. Un ejemplo de esto fue el ensayo que concedió España tras un mal pase de Sempere interceptado por Wiedeman que logró ensayar muy esquinado.
Sin embargo la superioridad hispana en el juego era patente, con Sempere haciendo más de un roto en las cinturas de los germanos, la delantera dominando casi todos los lances del juego e Ignacio Martín que en un gran partido inauguró el casillero de ensayos nacionales poco antes del descanso y que dejaba una ventaja tranquilizadora en el marcador.
En la segunda parte los alemanes salieron con las ideas claras pero poca calidad para ponerlas en práctica, sin embargo a base de músculo consiguieron llevar el peso de la segunda mitad sitiando la zona de marca española, desde donde el XV de Glyn tuvo que defender durante bastantes minutos las embestidas alemanas, que a pesar de tener varios balones practicamente sobre la linea de ensayo, no consiguieron puntuar dejando claro no solo con músculo se juega a este deporte.
España seguía dependiendo de individualidades puntuales de sus jugadores más creativos que sin embargo solían carecer de apoyos en sus incursiones a campo rival y se conformaba con que Riu aseara un partido gris con sus patadas.
Lo mejor, el buen aspecto de las gradas del Central con alrededor de 10.000 espectadores, en el debe lo “decepcionante” de España en un partido en el que no se vió la ‘conexión CRC’ en una linea en la que cada uno hicieron la guerra por su cuenta y se vieron algunos errores en placaje que ante otros rivales nos costarían caros pero que ante los recien ascendidos no hicieron peligrar una victoria celebrada en el Bo Finn por los nuestros. El próximo partido en casa es ante Rumanía y ahí, no podemos fallar, nos jugamos un Mundial.
España: Insausti (Hattori, m. 76), Bohórquez, Salazar (Hattori, m. 76), Aramburu, Souto (Bernasconi, m.35), Camacho (Guerrero, m. 72), Júan González, Criado; Feijoo, Riu; Ignacio Martín, Mota, Canosa, Cano (Nava, m.77) y Sempere (Mazo, m.79).
Alemania: Krause, Coly, Wikider, Sieber, Schmidt (Wilhelm, m. 68), Kasten (Danso, m.56), Van Look, Mohr, Gungor, Wiedeman, Von Grumbkov, Grzna, Davies, Frankie (Strauch, m.59) y Takaendesa (Walger, m. 44).
Marcador: 0-3, m:2: golpe de Wiedeman. 3-3, m.5: golpe de Riu. 6-3, m.18: golpe de Riu. 9-3, m.20: “drop” de Riu. 9-8, m. 25: ensayo de Wiedeman. 16-8, m. 37: ensayo de Martín, que transforma Riu. Descanso. 16-11, m:53: golpe de Wiedeman. 19-11, m.55: golpe de Riu. 22-11, m. 60. golpe de Riu.
Árbitro: Paulo Ventura
