De Villiers, sucesor del entrenador que ganó la Copa Mundial en Francia, Jake White, habló de los miedos que supone su nombramiento, el que podría significar la disolución de un equipo sudafricano predominantemente blanco.
"No hay un pasaje gratis para ningún jugador de raza negra en este país para que se convierta en un Springbok. Nunca trabajé con jugadores de raza negra y nunca trabajé con jugadores blancos," dijo a oyentes de radio.
"Yo sólo trabajé con jugadores de rugby a lo largo de mi carrera. En una etapa hubo un gran grupo de jugadores negros que yo entrené, en otra etapa hubo un importante grupo de jugadores blancos," sostuvo. Y agregó: "Nunca, nunca observé el color y pueden decirlo una gran cantidad jugadores."
De Villiers fue nombrado el miércoles como sucesor de White, convirtiéndose en el primer entrenador de Sudáfrica de raza negra en 116 años de la selección nacional.
El nuevo técnico se comprometió a fortalecer el impulso generado por la victoria de los Springboks en la Copa Mundial 2007.
"Estoy ahora en una posición privilegiada, en la que puedo tomar la propiedad intelectual que nosotros y los líderes del plantel ganador de la Copa Mundial dejamos atrás," dijo de Villiers, cuyo primer compromiso internacional a cargo del equipo será el 7 de junio ante Gales.
"Lo que la gente de raza negra realmente desea es que confíen en ellos como personas, que les den una oportunidad justa y que los consideren de igual manera," concluyó.