En tanto el equipo Desarrollo perdió 38 a 12.
Los Mayuatos se fueron ayer a dormir con una sonrisa dibujada en el rostro. Cada uno de los jugadores que integran el seleccionado salteño de rugby pudieron sacarse el fantasma de las derrotas consecutivas ante Tucumán (42 a 19 y 40 a 5), con una victoria ante un ex campeón argentino, nada menos que Mendoza.
Claro que este equipo cuyano perdió 24 horas antes ante Tucumán por 70 a 7, pero lo que no se sabía es que en la vecina provincia puso un plantel de suplentes, y el equipo con mayor número de posibles debutantes en el Argentino salieron a jugar en Salta.
Con titulares o suplentes nadie puede desmerecer a un plantel que históricamente está metido entre los cuatro mejores del país y eso no es un hecho menor. Pero más allá de las consideraciones previas y si Mendoza fue o no fue medida, lo importante es ver el funcionamiento salteño, y allí no hay objeciones: se jugó muy bien, se ganó con autoridad y va apareciendo el equipo para el Argentino.
Salta arrasó en el arranque. Movió muy bien la pelota, fue dura en defensa y mostró alternativas en la gestación del juego. El pack se movió con seguridad y los backs cada vez que agarraban la pelota eran una posibilidad concreta de try en el ingoal rival.
Los Mayuatos comenzaron a jugar en conjunto y esa es una virtud que fue desarrollando con el correr de los partidos. No hubo una figura que sea relevante, pero hubo importantes aportes individuales que ayudaron al grupo.
Un puesto clave es el de los medios. Aníbal Pérez tuvo voz de mando y manejó muy bien a sus forwards, en el complemento Lucio López Fleming le dio al equipo salidas más claras a la hora del contragolpe; o sea, hay dos medioscrum de gran nivel para el Argentino.
En tanto que José Correa jugó un partido impecable como apertura.
La primera línea tuvo bajas importantes que no se sintieron en lo que a nombres se refiere. La segunda fue sólida en el line y en el apoyo de sus compañeros; la tercera línea mostró mucho sacrificio y la actitud que ante los tucumanos no lograron mostrar; los centros fueron sólidos, rápidos y tuvieron un buen porcentaje de tackles efectivos; los winnes estuvieron en un nivel superlativo y Juan Crivellini como fullback no mostró fisuras.
Señores hay equipo, pero cuidado que esta sonrisa en el rostro servirá sólo para aparecer el lunes con el ánimo renovado a las prácticas, porque el verdadero rival es Santa Fe y los espera en sólo 13 días.