Mi actividad en nuestra Unión comenzó hace ya unos 18 años, en el Consejo Presidido por entonces por el Dr. Alejandro Posner, quien, como vicepresidente, asumió la presidencia por renuncia del entonces presidente, y yo llegaba al Consejo para ser el recambio de un Señor Dirigente de mi club, como lo es el Sr. Luis Nasini.
Desde entonces, y bajo la presidencia sucesiva de los Sres. Alejandro Posner, Fernando Conde, Cesar Blanco, Jorge Tellería, Manuel Vaisman y Eduardo Díaz, ocupé distintos cargos en la Mesa del Consejo, desde Vocal Suplente hasta el actual de Vice-Presidente, pasando por el de Pro-Secretario, Secretario, Tesorero, como funciones estatutarias, además de la de Presidente del Tribunal de Disciplina, y otras funciones no estatutarias pero relacionadas con el desarrollo de nuestro deporte.
Todos esos cargos y funciones fueron ejercidas acompañando a los distintos presidentes antes nombrados, todos dirigentes surgidos del consenso de los clubes, a veces por unanimidad y otras por mayoría, los que a su vez tenían sus intereses particulares pero que a la hora de pensar en el rugby de la ciudad dejaban de lado dichos intereses y decidían como mejor conducir el deporte, lógicamente siempre con aciertos y errores.
Ahora nos encontramos ante una situación que desconozco si alguna vez en la historia de nuestra Unión se dio, no al menos en los años que llevo en ella, situación totalmente desagradable, egoísta porque antepone intereses particulares a nivel de instituciones sin medir el riesgo que estamos corriendo. Ese riesgo es que se llegue a una situación en que se paralice nuestro deporte, justo ahora cuando no hace mas de 3 meses todos nos pusimos de pie para aplaudir el ejemplo que nos legaban nuestros Pumas, quienes supieron hacer frente a los intereses del sector dirigencial pero le dieron prioridad al deporte, pero esa decisión se tomo desde la forja de la honorabilidad y de los intereses comunes, los del equipo.
Lamentablemente nos encontramos en una encrucijada con amenazas de llevar la cuestión a la justicia, justamente cuando siempre se ha sostenido que en el rugby, antes de ir a la justicia, debemos discutir el problema en la mesa y tratar de llegar a una solución consensuada, no porque “los trapos sucios se lavan en casa” sino por el espíritu mismo del rugby que nos debe obligar a pensar primero en el equipo.
Se amenaza con ir a la Justicia para dejar sin efecto una decisión asamblearia tomada en el año 1999 por todo el rugby de Rosario, y desde aquella decisión se eligieron 3 presidentes. Por que no se fue entonces a la Justicia? También se amenaza ir a la Justicia porque en el Consejo se tomaron decisiones de la cual participaron todos los consejeros, cuando siempre y de común acuerdo se procedió de esa manera, por que no se fue entonces a la Justicia? No debemos dejar de lado que en la mesa del Consejo están representadas todas las instituciones, y todo consejero tiene el derecho de dejar asentado en actas su opinión cuando no está de acuerdo con la decisión aprobada por la mayoría, el suscripto lo ha hecho en reiteradas oportunidades.
Hago un llamado a todos los dirigentes del rugby de nuestra ciudad para que reflexionemos, a que dejemos de lado todo antagonismo e intereses egoístas y pensemos en nuestro equipo que es nuestra Unión.
Debemos dar el ejemplo. Debemos ponernos de una vez por todas los “pantalones largos” como dirigentes. Debemos dar el ejemplo a nuestros jugadores, desde los infantiles hasta los veteranos, pero sobre todo debemos dar el ejemplo a toda persona que opina que el rugby es un deporte diferente, no solo por su rudeza sino por el espíritu de equipo. Debemos demostrar que somos capaces de dirigir como un equipo.
Yo le pregunto a todos aquellos que hoy en día están tomando decisiones previas a la Asamblea de mañana, como se sentirían si este panorama se planteara en nuestros clubes, seguramente dirían “… somos 5 locos los que trabajamos y encima estamos peleados”, entonces seguramente comprenderán como me siento yo.
Reto a todos los que de alguna manera dirigimos el rugby rosarino a que dejemos de lado las posiciones antagónicas y nos sentemos a la mesa a dialogar como dirigentes maduros que decimos ser, porque estoy convencido que eso es lo que quiere la mayoría. Debemos ser, por una vez, protagonistas en serio.
Efraim E. Torres
D.N.I. 11.750.724
Vice-Presidente de la URR
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