Llegó el martes después de unas minivacaciones con la familia en alguna playa italiana, viajó a Chubut (es embajador de la provincia en París), volvió el jueves a Buenos Aires y ayer estaba de nuevo en Ezeiza. Semejante raid dejó sus huellas: bronceado, disfonía y cara de cansado, claro.
El medio scrum es uno de los 39 jugadores que anoche salieron a Pensacola, Estados Unidos, para realizar una fuerte preparación física de 15 días con miras al Mundial. Felipe Contepomi y Omar Hasan viajaron a Florida desde Europa.
Pichot apunta a "llegar lo mejor posible" a su última Copa, la cuarta. Pero tuvo tiempo para confirmar su paso al Racing, de la Segunda división francesa. Sí. Lo que era una posibilidad se transformó ayer en realidad en boca del propio jugador que el 22 de agosto cumplirá 33 años: "Arreglé por dos años, es un lindo desafío, un buen proyecto.
Voy más como referente, para armar un grupo, más allá de que jugaré de 15 a 20 partidos. Ya no estoy para la exigencia de salir campeón en Primera o Eurocopa, de jugar 40 tests por año; estoy cansado".
—¿No te suena raro que vos, campeón con Stade y capitán de Los Pumas, vas a jugar en Segunda?
—El 94 lo pasé espectacular. Y fue jugando con el CASI en Segunda, el año en que ascendimos. Así que por qué no se puede repetir. Además, el Racing es un club histórico, tradicional, de 1890, cinco veces campeón de Francia... Y me cae bien: tiene los colores de Los Pumas.
—¿No vas a extrañar esa presión de estar en un grande que pelea por títulos importantes?
—Es algo que lo terminé de vivir con el título del Stade Francais, hace 20 días. Se dieron un montón de cosas, muy lindas; una gran final, con un try. Pero cerré ese capítulo.
Igualmente, la Segunda francesa se está armando muy fuerte. Racing, Toulon y Lyon invirtieron y van a andar muy bien; Narbonne y Agen, los que bajaron de Primera, también son fuertes. Esos equipos, te diría que son más competitivos que los últimos seis del Top 14.
Agustín suena conforme y aliviado con su paso al Racing. "Me gusta el desafío de volver a hacer grande al club. Fue una decisión de vida, un cambio que necesitaba", subraya. Y sabe, también, que allí gastará sus últimos cartuchos. "Me espera un año de juego, y en el otro veré qué pasa, por ahí decido hacer otra cosa. Ahora es así. Me quedan tres meses de ponerme al 100% para el Mundial.
Después, no puedo decir cómo voy a estar en diciembre; de hecho, no sé ni cómo voy a llegar a septiembre...
En Racing voy a ser parte de un proyecto que hasta incluye armar un buen programa de divisiones Inferiores, no necesito estar en un nivel superlativo de juego. Ya van 11 años de eso, con un promedio de 30 a 35 partidos... Demasiado".
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