El último estudio que me hicieron fue una ecografía y salió por suerte todo bien. Me están por dar el alta." A Martín Gaitán se lo veía saludable, animado, aunque un poco agotado por el encierro en la sala de Unidad Coronaria, ubicada en el tercer piso del Hospital University of Wales, donde permaneció ayer, simplemente porque no había habitaciones "comunes" disponibles. Vestido con pantalón y zapatillas marrones, y remera gris, el paranaense -de 29 años- recibió a LA NACION en la sala del sanatorio y se mostró de buen humor, más cuando le entregaron su notebook para ver una película.
Tras haber sufrido complicaciones cardíacas que obligaron a una urgente operación -le aplicaron un stent-, el jugador del seleccionado abandonará hoy el hospital, en el barrio de Heath Park de esta ciudad. Cuando llegue ese momento, se podrá reencontrar con uno de sus cuatro hermanos (Ricardo) y su novia, Manuela, que están llegando hoy aquí.
Gaitán estuvo acompañado por Agustín Pichot -pasó la noche al lado del amigo- y el médico de los Pumas, Mario Larrain, quienes se quedaron en Cardiff para seguir de cerca la evolución del Negro . En la madrugada de hoy, el capitán del seleccionado ya se habrá unido, en Bruselas, al plantel nacional. El jugador de Biarritz, que actuó los 80 minutos del test-match del sábado último con Gales sin problemas, admitió haber sentido un latido fuerte en el pecho apenas comenzado el partido. Ahora está aliviado y sereno.
Internado, Martín tuvo ayer un buen día. Caminó distendido por los pasillos del hospital, comió ensaladas, un poco de carne y un sandwich de jamón y queso, porque le aumentó considerablemente el apetito, y después se comunicó con sus compañeros, ya instalados en Bélgica, y algunos amigos de la Argentina. También lo vieron dirigentes de la Unión de Gales. Además, se hizo muy amigo de los enfermeros y enfermeras, a tal punto que cuando salga de aquí prometió dejarles indumentaria de la selección nacional.
El técnico Marcelo Loffreda, ansioso y preocupado, llamó por teléfono varias veces para conocer su estado de salud. Cuando reciba el alta, Gaitán se quedará en el hotel Hilton, de esta ciudad, hasta el viernes próximo, cuando viajará -de manera escalonada- a su casa de Biarritz para reunirse con su mamá, Graciela. El traslado será en tren -con paradas en Londres y París- porque no está autorizado para hacerlo en avión, por lo que no podrá momentáneamente regresar a la Argentina. Además de su novia y hermano, llegaría también a Cardiff su amigo Sebastián Blanco, hijo del ex rugbier e ídolo francés Serge Blanco, figura emblemática de Biarritz, donde Gaitán es el niño mimado.
Lian Penny es el médico que operó al jugador argentino. Su reputación es elevada en los pasillos del University of Wales. La mayoría de los empleados lo conocen y algunos lo elogian. Larrain dijo que es una persona muy agradable, bien predispuesta y profesional. El médico argentino contó cómo lo vio al Negro . "Se emocionó mucho cuando se despidió de los compañeros. Me llamó la atención el espíritu tremendo que tiene. Es envidiable. Sabe que estuvo muy complicado, y tiene el afán y las ganas de recuperarse pronto", dijo.
Tal vez resulte apresurado aventurar que Gaitán no jugará más al rugby. "No hay que meterse con eso, le daría más angustia", aconsejó el doctor. Ricardo Gaitán, papá de Martín, comentó a El Diario, de Paraná: "Gracias a Dios mi hijo está vivo. No se murió por suerte o milagro. Hay que olvidarse del rugby y trabajar para su recuperación total".
Durante la preparación física previa al Mundial, tanto en Pensacola como la que se desarrolló en nuestro país, Gaitán jamás había tenido problemas con los ejercicios ni los chequeos médicos. La última evaluación había sido hace dos semanas en el Hospital Otamendi y en el Sanatorio Las Lomas, en Buenos Aires.
"Siempre fue más sano que el Quaker. No existen causas previsibles, lo que sucedió es algo muy raro. Fue una disección arterial importante, que no permitió que la sangre circulara libremente, aunque nunca hubo un stop del paso", explicó Larrain, que lleva 17 años de trayectoria como médico de los seleccionados de la UAR.
Hoy, a las 8.45 de aquí (cuatro horas menos que en nuestro país), Larrain se reunirá con Penny y es muy posible que Martín Gaitán abandone el hospital. El original de los estudios quedará en el sanatorio, una copia se llevará el médico de los Pumas y otra será enviada a Biarritz, el club donde actúa el ex Estudiantes y CASI. El jugador deberá ser observado y evaluado cada cinco semanas.
En la ciudad de los buenos momentos Pumas, Gaitán vivió su peor película, casi una pesadilla. Ayer a la mañana, cuando se esperaban los resultados de los estudios médicos, la lluvia era molesta y persistente. Unas horas después, tras escuchar las buenas noticias que transmitieron Penny y Larrain, el Negro disfrutó desde la ventana del tercer piso de un atardecer pleno, algo fresco, pero como nunca antes visto en los seis días que estuvo el seleccionado aquí. Fue un regalo para él.
Baetti se ocupa de atender a los jugadores
Ante la ausencia de Mario Larrain, en Bruselas, el entrenador Daniel Baetti, que también es médico (de especialidad cirujano), se hará cargo momentáneamente del seguimiento de los lesionados que tiene el plantel. Además, entre los jugadores hay dos médicos: Felipe Contepomi y Rodrigo Roncero.
Todos están pendientes de su evolución
El celular de Gaitán está abarrotado de mensajes de amigos, conocidos, y aunque los médicos no lo dejan hablar, cada tanto escucha las grabaciones que van dejando. No sólo sus compañeros de la selección están interesados por su estado, sino que también desde su club, Biarritz, y de la Argentina ha sido contactado.
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