La UAR rescindió el contrato con su agente comercial, que desconoce la sorpresiva medida.
Los abogados de la Unión se ampararon en el artículo 20 de la ley de concursos y quiebras y consiguieron lo que tanto anhelaban: deshacerse de Sportifive y manejar todo el dinero que pasa por la entidad. Pero, ¿terminará así..?
Porque ahora la pelota la tiene Sportfive, pese a que negó el hecho "al no recibir ninguna notificación oficial", según comentó una fuente de la firma. Sin embargo, nada, a nadie, le parece raro a esta altura del conflicto entre las partes y, por eso, la empresa ya estaría pensando los pasos a seguir por si llega el oficio con la rescisión de su (¿ex?) socio.
"Como dijo Domínguez en conferencia de prensa, nosotros vamos a defender el contrato hasta las últimas consecuencias.
Si somos notificados de la supuesta rescisión, haremos el descargo correspondiente al juez del concurso, porque no existen fundamentos para que prospere. Pero, si avanza, iniciaremos una causa en Francia que le puede costar millones a la UAR", afirmaron desde Sportfive.
El mismo martes a la mañana, cuando los abogados de José Guillermo Bustamante Sierra (quedó cuadripléjico por una lesión) levantaron el embargo de 1.610.629 pesos por el juicio que le siguen a la UAR, parecía que la Unión tenía resueltos sus problemas financieros. Sin embargo, mantiene la convocatoria preventiva de acreedores con el argumento de que continúa la delicada situación financiera.
Ahora, el concurso deberá ser refrendado en la asamblea de presidentes de Uniones, el 24. A todo esto: ¿qué pasó con la mediación de Jorge Cafasso, titular de la URBA? ¿No llegó a tiempo o fracasó? ¿Seguirá apoyando la convocatoria? Ambas partes dicen tener "la vaca atada". ¿Quién la tendrá?
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