Agustín, ¿Los Pumas volverán a renunciar masivamente?" Del otro lado de la línea telefónica se escucha firme la voz del capitán de la Selección argentina de rugby. A miles de kilómetros de distancia, desde algún lugar de la Tierra donde esperaba disfrutar de unas tranquilas vacaciones en familia, Agustín Pichot alterna su descanso con el disgusto y la preocupación que le provoca la traumática relación entre los dirigentes de la UAR y Los Pumas.
"No sé si va a haber otra renuncia o no. Las cosas, para nosotros, no son tan difíciles. Mantuvimos coherencia durante todo este tiempo y nuestro mensaje fue siempre el mismo. En cambio, nos volvimos a enterar por los diarios que la UAR insiste con los contratos individuales. Pero son inaceptables. Habíamos acordado algo con los dirigentes y no lo vamos a cambiar".
—¿Qué y cuándo acordaron con la UAR?
—Hicimos un acuerdo con derechos y obligaciones en la concentración del Hotel Sheraton, en Pilar, antes del partido con Uruguay, por la Eliminatoria del Mundial. Nunca se habló de contratos individuales. El acuerdo incluye cantidad de partidos a jugar, seguro médico, medicina prepaga, infraestructura general y sueldos para los Pumas que juegan en Argentina (900 pesos mensuales de promedio, de aquí hasta el Mundial), obligaciones lógicas con sponsors, fotos grupales, vestimenta, horarios.
—Pero la UAR flexibilizó su postura y eliminó cláusulas irritativas de los contratos.
—Nosotros le dimos a Rolandi (vocal de la UAR) el acuerdo y no tiene por qué modificarse. El contrato que piden no tuvo ni análisis. No lo íbamos ni lo vamos a discutir porque ya había un acuerdo. Esto de los contratos lo hicieron Risler (Alejandro, presidente de la UAR) y Sánz (secretario) para volver todo a un principio, al caos que vivimos antes de la renuncia. Rolandi tiene que negociar y apoyar lo que ya había convenido con nosotros.
—Los dirigentes pretenden que ustedes estén disponi bles para jugar 12 partidos anuales...
—Podemos jugar lo que el IRB (International Rugby Board) nos deja; no podemos firmar un contrato por sobre otro contrato. Los clubes no lo permiten. Tuvimos la ventana internacional de junio, con tres partidos, y en noviembre vienen otros tres. Sí, en cambio, podríamos ir a entrenar en febrero a la Argentina. Por el Seis Naciones, tendremos 8 semanas libres porque los clubes van a dar vacaciones.
—¿Qué es lo que más te fastidia de esta situación?
—Es muy difícil seguir así. Nosotros quisimos hablar con Risler. Ellos pusieron dos interlocutores, Handley y Rolandi, pero el primero renunció por desacuerdos con el presidente. Seguimos dispuestos a hablar, pero en las 5 semanas de junio ellos ni siquiera se acercaron para hacerlo. Parecería que hubo una estrategia especial para que las cosas se dieran así. ¿Cómo puede ser que un día antes del partido con Uruguay aparezcan los contratos de los que nunca se hablaron y que determinaron, luego, la renuncia de Handley? El tuvo la autoridad moral para renunciar. Pero a nosotros nos perjudica esto. Todo fue una pérdida de tiempo.
—¿Y ahora?
—Desde diciembre todo es caótico. Estamos en un punto muerto, no sé cómo sigue. Las cosas las veo muy conflictivas en todo sentido. Creímos que nos encaminábamos a una solución, pero de repente se volvió a complicar. Volvemos a empezar. Esto no se termina nunca. Por más que seamos jugadores, no dejaremos que las cosas se hagan en contra del equipo.
—¿Quién se perjudica con esta situación?
—Los que más perdemos somos los jugadores, porque nosotros entramos a la cancha. Ahora, lo más importante es llegar bien al Mundial, es una decisión del equipo.
—¿Qué te gustaría que pasara para destrabar la crisis?
—Que no haya más doble discurso. Fue desleal lo que hicieron los dirigentes con Los Pumas. No vinieron a hablar con nosotros y un día antes del test con Uruguay sacaron a relucir los contratos.
Rolandi les da la razón
"Los jugadores tienen razón: en las reuniones conjuntas jamás se habló de contratos y lo que les molestó fue un proyecto hecho a las apuradas. Lo aprobado por el Consejo Directivo y que le enviamos recién (ayer a las 15.15) por mail fue escrito en base a lo que consensuamos en Pilar. Fue tan simple que ni siquiera se lo discutió", explicó ayer el manager José Luis Rolandi.
"Este convenio, con sus derechos y obligaciones, tendrá tres categorías: 1) quienes jueguen —profesionales o no— los tests pautados por el IRB, 2) los de Argentina A y 3) los viaticados. También se eliminaron las cláusulas irritativas. Confío en que lo firmarán".
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