Poco después, Neil Briggs encontró un hueco por el medio, rompió un par de tackles y con más potencia que velocidad anotó y se ganó una de las primeras ovaciones de la tarde.
Los de Oceanía trataban pero no podían quebrar la pared construida por los forwards, principalmente por la primera línea. De hecho logró descontar a través de un penal de Mikaele Pesamino.
A partir de ese momento Inglaterra comenzó a regular y de poco fue cediéndole el terreno a Samoa, pero nuevamente fueron los británicos los que golpearon a través de Tom Varndell que sumó cinco más para estirar la ventaja de su equipo. No obstante los del pacifico, en un contraataque, pudieron penetrar por el medio, Ekeroma Sefo habilitó a Pesamino, que se escapó por la izquierda y consiguió descontar la diferencia.
Terminaba el primer tiempo y nuevamente Varndell anotaba para el equipo de la rosa, lo que dejaba un parcial de 28 a 8.
El complemento comenzó con un ritmo más intenso que la en la etapa inicial, los samoanos salieron dispuestos a remontar el resultado y cuando sólo había transcurrido un minuto, sorprendieron a los Ingleses y volvieron a descontar otra vez gracias a Pesamino.
Pese al dominio de los europeos, Samoa no se resignaba y alentado por la gente se iba para adelante. Pero Inglaterra cada ves que tenía la oportunidad facturaba y fue así como Tom Biggs en dos oportunidades y posteriormente Dylan Hartley, consiguieron estirar la ventaja en el tanteador. Sumado a esto, la excelente efectividad en las conversiones por parte de Toby Flood, hacían que la diferencia se tornara inalcanzable para Samoa.
Ya cuando el partido finalizaba, Jake Grey para los oceánicos y nuevamente Dylan Hartley para Inglaterra se encargaron de poner cifras definitivas a esta contundente victoria de los británicos, que de esta manera esperan confiados el encuentro ante Sudáfrica.
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