Luego de que el aire mendocino fue invadido por los himnos nacionales europeos, se inició la primera etapa. El encuentro tuvo como primer protagonista a los “Dragones Rojos”, aquellos que fueron al frente en busca de la mejor posición que se podía obtener con un resultado favorable. Y de esta manera, se pusieron en ventaja con una diferencia en su favor de diez puntos a través de un try seguido de un penal.
La parcialidad galesa, se hizo sentir en los primeros minutos de juego, debido a que su equipo supo responder a las exigencias pactadas por su cuerpo técnico. Inglaterra hasta ese momento estuvo huérfano de buen juego y se vio fragmentado. Pero las cosas no siguieron el rumbo que pretendió desde un comienzo los dragones.
La superioridad del equipo de “la rosa”, comenzó a surtir efecto lentamente. La ductilidad de los backs ingleses, permitió acrecentar la confianza entre ellos y así “floreció” un juego exquisito y prolífero como consecuencia de los inspirados wingers y pareja de medios. Prácticamente, no desperdiciaron ninguna posibilidad de ataque en los primeros cuarenta minutos.
De esta manera, Inglaterra logró revertir el score y se fue al descanso con un parcial a su favor de 24 a 17.
La segunda etapa, se caracterizó por remarcar la contundencia de Inglaterra. La profundidad que adquirió el equipo inglés le permitió acrecentar las diferencias y arrebatarle de forma definitiva la iniciativa a su rival Gales.
En sólo veinte minutos de juego el equipo de la rosa, apoyó 4 tries en el ingoal rival, performance que lo catapultó como el favorito del encuentro y además le permitió sellar de forma incuestionable el partido.
Fue así, que el séptimo puesto quedó en posición de Inglaterra y engrosó a su favor, las estadísticas de enfrentamientos frente a Gales dueño del octavo lugar de esta última edición del M-21.
Luego hubo tiempo para el festejo, la despedida y el intercambio entre jugadores y fans mendocinos en busca de algún recuerdo de los chicos por su paso por Mendoza.
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