Paulatinamente el protagonismo lo adquirió Francia, debido a que los wingers comenzaron a tener mayor participación en el juego y esto le permitió ponerse al frente en el score.
Asimismo los dirigidos por Marc McDermott, descontaban a través de su eficiente apertura y capitán Gareth Steenson.
Fue destacada lo producción de Francia en la hilera y el scrum. Formaciones que les permitió adquirir mayor aprobación y confianza de su cuerpo técnico.
De esta manera los franceses se iban al descanso con un parcial a su favor de 14 a 10.
Ya iniciada la segunda etapa los dirigidos por Eric Lamarque, no dieron marcha atrás y salieron convencidos para aumentar diferencias y buscar el punto bonus.
Por su parte, los irlandeses no desplegaron su potencial y carecieron de tackle, de manera que las distancias cada vez fueron mayores.
También las infracciones cometidas por los equipos hicieron que el cotejo por momentos fuera muy interrumpido.
A diez minutos del final hubo un intento por parte de Irlanda de revertir el escore, situación que le alcanzó sólo para ponerse a tres puntos de Francia.
Sólo quedó tiempo para la última emoción del partido, un try del reciente ingresado en Francia, Lacroix, que cerró la tarde con el primer éxito azul.
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