Una gran revolución se instaló en la ciudad de Mendoza en las últimas semanas: canchas repletas, gente acompañando y esperando a los equipos en los hoteles, todo esto bajo un marco de orden y respeto: “Ha sido un buen campeonato, todo un éxito en cuanto a la organización y la concurrencia del publico y en cuanto al nivel de juego que hemos visto. Todos hemos disfrutado mucho como espectadores”.

Pocas veces se vieron en la provincia partidos del nivel que ofrecieron estos equipos: “Hay diferencias físicas, técnicas y del juego que son naturales. Se ven en los seleccionados mayores y también se ven reflejadas en los menores de 21 años”.

Los chicos argentinos han estado custodiados constantemente por una cantidad de seguidores impensada: desde pequeños niños hasta personas mayores no quisieron dejar de estar presentes para hacer sentir en casa a los pumitas.

“Sin duda el apoyo de la gente influyo en el buen desempeño argentino, y el hecho de que no hayan clasificado a semifinales fue importante en cuanto a la baja en la concurrencia del público pero así y todo creo que va a haber una gran concurrencia en la final y Mendoza ha superado todas las expectativas y dudas en cuanto a su capacidad para organizar un evento de esta categoría”