Una tarde a puro rugby se vivió el sábado en las instalaciones de Teqüé. Mientras los menores de 18 enfrentaban a Los Tordos, los menores de 15 hacían lo propio contra Banco.
José Omar Quiroga, árbitro del encuentro, dio el pitazo inicial, y ambos equipos, confiados, salieron a ganar.
Tal era la euforia de los chicos que ya, a los 15, el tanteador estaba igualado en 12 puntos. La constante era : un try cada 4 minutos.
Sin embargo, sorpresivamente, las ideas de los dirigidos por la dupla Palomo-Vilches, se estancaron. Llegar al ingoal contrario era casi una hazaña, como así también, superar la hegemonía de los forwards locales.
Si bien los “bancarios” tenían buena recuperación de pelota, cada maniobra resultaba trunca cuando, en vez de jugarla por los costados, trataban de avanzar por el medio, lugar conquistado por varios oponentes.
De esta manera, los “azules”, vivaces, comenzaron a sacar ventaja de los pequeños errores visitantes, y aprovecharon los espacios libres para poder sumar.
Asimismo, poca fue la compasión de Julián Flores para con su rival, y con la potencia que lo caracteriza, aumento el score. El fullback fue un “toro” durante los 70 minutos. Corrió y arrebató con todo lo que se interpuso en su camino. Parcial 29 a 12 para el local..
Si bien Banco tuvo dominio territorial durante 10´ de la segunda etapa, el juego empezó a inclinarse, nuevamente, hacia el dueño de casa. Los “azules” tuvieron, usaron y dispusieron de la guinda el resto del partido.
Además, supieron manejar las formaciones fijas y tacklearon siempre que hizo falta. Finalmente, el objetivo de Teqüé se cumplió. Ganó, una vez más, sin problemas.
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