Román Miralles ataca sobre la marca de Juan Pablo Michelli |
Marcó presencia en su propio terruño y evidenció que va a defender su corona con su libreto, sus armas y ese incansable espíritu batallador que distingue la esencia de su transitar, y le permite seguir coleccionando títulos.
Por eso la amplia victoria de Duendes 59 a 24 sobre Liceo de Mendoza en Las Delicias no representa otra cosa que una natural exposición de credenciales, en la jornada inaugural del torneo del Interior.
Las semanas intermedias entre el Regional del Litoral y el Interior, y la lluvia que se desató media hora antes del cotejo en nuestra ciudad, abrían algunos interrogantes acerca del estado en que se podía presentar Duendes. Pero el partido fue despejando lentamente esas inquietudes. El conjunto de Conde fue pisando el acelerador en forma paulatina, sin ansiedades desmedidas y con una inspirada actuación en el segundo tiempo alimentó un triunfo holgado que no entrega lugares para especulaciones.
Duendes salió decidido desde el primer minuto. Pero la pelota mojada y las consecuencias de la lluvia complicaron la escena y le aportaron una dosis de imprecisiones que ensució el desarrollo. Más allá de eso, el local siempre apostó a mover la pelota y forzar espacios en la defensa rival. Y cuando no encontraba el camino más adecuado, utilizaba el pie para ganar metros.
Los tries de Resta (7’) y Fantín (13’) parecían que podían otorgar seguridades para empezar a poner números definitivos desde temprano, pero en ese lapso no pudo mantener la intensidad de la propuesta y Liceo, con la potencia de su pack y no muchas ideas más, levantó la cabeza y se metió en el partido con el try de Barni (25’). Así, con un panorama abierto, Imhoff marcó a la salida de un scrum (30’) y puso al dueño de casa mejor posicionado.
En el complemento se vio lo mejor del verdulero. Allí fue mucho más firme en su decisión. Y los cambios lo ayudaron a tener aire para dibujar una goleada. Al minuto, el recién ingresado Pedro Escalante (actuó como wing) anotó al lado del banderín. A los 6’ Simón Boffelli se sumó a la gesta. Y después el Pitu Miralles (14’), Fantín (21’), otra vez Pedro Escalante y Carrió colocaron cifras incuestionables al tanteador.
El verdinegro hizo la diferencia porque sacó provecho de algunos movimientos desde el scrum, porque sus delanteros se impusieron en la batalla silenciosa, esa que permite tener pelotas disponibles para el lucimiento de otros, y porque sus tres cuartos fueron letales cuando lo dispusieron.
Duendes tenía que demostrar que seguía encendido y lo hizo. A su manera, con temple y determinación. Con otro duelo que pule su sendero y potencia su lucha.