Sin dudas que no es la muerte de nadie, tampoco es cuestión de quitar dramatismo a una crónica justamente ¿anunciada?, nada de eso, simplemente se trata de poner los pies sobre la tierra y actuar correspondiente a las circunstancias, que a la vista están, son muchas, la tristeza en cambio sí es una sóla.

La historia narra que una vez le tocó descender a Tucumán en el Argentino y que volvió Campeón un año después, esto pasó hace diez años, Mendoza también tuvo su gloria hace casi diez años y hoy el panorama no es felíz: por primera vez en la historia se pierde la categoría, perderla es un fuerte golpe, más por lo que viene a futuro que por el hecho de descender per se.

El año que viene será un torneo duro, quizás hasta más duro que éste, se jugará con un nuevo formato y ante Uniones que dejaron hace bastante tiempo de ser rivales "ganables", ellos buscarán el mismo objetivo que Mendoza: Ascender, por lo que enfrentar a San Juan, Noreste, Santa Fe y Mar del Plata serán desde ya partidos parejos y complicados.

La vuelta de Mendoza a primera plantea interrogantes, la pregunta no es cuándo sino cómo, es sabido que la prisa en situaciones de desesperación juega en contra, peor que jugar un año en el ascenso es hacerlo dos o tres. Sin bases fundamentadas no hay manera de lograr el éxito, hoy no todo pasa especificamente por el juego, que dicho sea de paso puede ser debatido hasta el hartazgo.

Por primera vez en años este torneo contó con los mejores y más importantes jugadores en todas las uniones, claro que en Cuyo también, se jugaron cinco partidos y se perdieron los cinco, 31 fueron los jugadores que pisaron el césped, se marcaron 63 tantos y se recibieron 244, número fríos, si,

Las diferencias ante algunos equipos son reales, para nada exageradas y que sirven como disparadores, se jugó sin dudas ante rivales con otra preparación y de mayor experiencia en planos locales y nacionales, ahora es cuando la autocrítica debe ser de construcción y hacia adelante, donde está realmente ubicado el rugby de Mendoza y donde quiere estar?

Siempre existen responsables sobre un resultado cuando se toma un compromiso, en todos los órdenes naturales de la vida sucede así, el rugby no es la excepción, a los jugadores es a los últimos que se debe apuntar los cañones cuando tienen la valentía de representar a una provincia aun en circunstancias adversas.

Los entrenadores toman su rol y asumen lo que les toca, son parte fundamental del proceso, los tiempos cada vez son más cortos y las decisiones deben ser cada vez más rápidas, el trabajo y la comunicación son herramientas cotidianas para establecer una armonía creando una zona de confort y no al revés.

Las estructuras de la Unión de Rugby de Cuyo necesitan realizar un trabajo de reconocimiento, de introspección, de Unidad, descubrir fallas, reajustes y cambios donde haga falta, hoy Mendoza desciende porque claramente está por debajo de los estándares necesarios para evitarlo, además de estar lejos -en varios aspectos- de quienes son protagonistas.

El apoyo de todos es fundamental para salir del fondo, esa es la parte más dificil, juntar a todos, por lo menos entonces si no hay humildad, a todos aquellos que pregonan de buena ley el rugby de la región de cuyo, esos deberán tirar para el mismo lado, brindando así su apoyo en el lugar que sea requerido, familia, club, seleccionado o donde a veces, simplemente se origine de forma espontánea.

Cuando se presenta una crisis muchas veces sale a relucir lo mejor de cada uno, quizás entonces sea una oportunidad y no un momento negativo lo que toca vivir, el trago amargo hay que pasarlo, estará en cada uno de los que hacen que el rugby sea cada vez un poco mejor, hacer que de a poco vuelva a ser dulce como lo supo ser y Mendoza se merece, el compromiso pasa por cada uno.