El mendocino Matías Cortese tacklea a Juan Imhoff
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Si en la semana previa al partido se hablaba de que tanto Cuyo como Rosario venían en una curva ascendente respecto a su juego y sobre las presentaciones anteriores, quedó demostrado que esa curva por lo menos para Rosario sigue subiendo al lograr meterse en la final.
El arranque del partido lo tuvo a Mendoza como protagonista, con un sólido scrum y buena conservación de pelota los dirigidos por Viazzo, Méndez, Aprea y Grau, manejaron con buen ritmo varias situaciones de juego.
Este arranque prometedor para los Cuyanos se cristalizó en el score con los primeros puntos de la tarde, fue a través del penal que Alejandro D'Elía acertó para poner el 3 a 0 en cinco minutos de juego.
Un par de minutos después el conjunto Rosarino contestó y también sumó de a tres, esta vez con un drop de Mateo Escalante para poner las tablas en un partido que era ahora de ida y vuelta.
Con tanto movimiento en el terreno y cambio en la posesión de balón, Mendoza pareció sufrir este ritmo y se lo comenzó a notar algo asfixiado, cansado, más aún cuando cada arresto individual en ataque era aplacado por lo mejor que tuvo Rosario, una defensa ordenada, contundente y que truncó todo lo que propuso Cuyo, sobre todo en los embates con sus delanteros que fueron parados una y otra vez.
El equipo del Litoral
tomó la iniciativa y le sacó máximo provecho a su elegante line out para utilizar la guinda con buen criterio, jugó con sus backs cuando leyó la marca mendocina y supo acestar los golpes en los momentos justos.
Así llegó el try del talentoso Juan Imhoff, el wing aprovechó el kick que le brindó su fullback, Román Miralles, a espaldas del cierre defensivo para tomar el pique y volar al ingoal.
El partido se tornó deslucido por gran cantidad de errores en el manejo de ambas escuadras y en el resto de esta primera mitad, cada uno sumó un penal para dejar el parcial 13 a 6 para los Rosarinos.
A los diez minutos del complemento, Juan Pablo Michelli puso una pelota arriba al fondo del campo rival y Facundo Barni (de gran partido) la tomó en el aire, se la bajó a Gonzalo Pérez que pivoteó rapidamente para jugar con Michelli que venía volando, el wing no paró hasta apoyar cerca de la bandera el mejor try del match.
Los dirigidos por Imhoff-Minoldo, no se quedaron atrás ni mucho menos se amedrentaron, de hecho antes de los 15' un nuevo penal de Miralles y el try de Pablo Iguri le dieron tranquilidad al equipo visitante que ganaba hasta aquí 23 a 11.
Otra nueva meseta en el desarrollo del cotejo y otra vez los intercambios de patadas de fondo a fondo aburrieron a las 2.000 almas que se acercaron a El Bermejo a ver a Mendoza entregar todo, pero con un rival enfrente que lo superó y fue más criterioso a la hora de sumar.
Tal cómo comenzara el encuentro, Cuyo tuvo diez minutos nuevamente con mucho volumen de juego, mucha actitud pero toma de decisiones por momentos equivocadas, le hizo tropezar con sus propios errores ante un rival ordenado que supo leer a su adversario.
Se iba el partido y Mendoza dejaba todo lo que le quedaba, comenzó
atacando pegado a las formaciones, ganó metros hasta llegar a campo rival y descontó con el try del recién ingresado Fidel Lamy, 23 a 16 con un minuto por jugar donde Cuyo intentó pero no pudo hacer más, el partido estaba terminado y Rosario festejaba el pase a la final, por cierto, de manera merecida.
La final la disputarán Rosario con Tucumán el próximo sábado 24, la localía será para el conjunto del Litoral.