Knocks on, passes forwards, resbalones, fallas de timing, indesiciones, problemas en los kicks, lesionados tempranos, nervios, la velocidad de Habana, la punteria de Montgomery, las malas interpretaciones hacia Steve Walsh en sus órdenes, el tremendo line de Matfield y Botha, intercepciones, penales errados, tarjetas amarillas, balones rotos, lágrimas...
La lista es grande, mucho más grande que en cualquier otro partido de los cinco en que los Pumas ganaron hasta llegar a semifinales, ninguno de los factores enunciados en el párrafo anterior hacen que uno no pare de aplaudir a Los Pumas, de agradecer semejante esfuerzo, entrega y pasión por querer llegar, por querer estar arriba, por ser tenidos en cuenta, el Mundo lo sabe... Los Pumas existen.
En el juego, quizás los mayores problemas pasaron por el line out, los Boks lograron descifrar los códigos del juego aéreo argentino y se perdieron 8 pelotas en la hilera, el equipo anduvo bien en el scrum, en el ruck y el maul, pero los puntos más bajos vinieron de manos de los más experimentados.
No fue la tarde soñada para Felipe y Juan Martín, varios errores de manejo justamente en ellos que nunca los tienen, sirvieron para darle la pelota al contrario, en tres oportunidades los Boks no perdonaron e hicieron pagar caro las equivocaciones Pumas.
Encima el mellizo se ganó una innecesaria tarjeta amarilla al final y se perdió el "fair play" como único equipo en la Copa sin recibir cartones.
La batalla física fue pareja, no se notó la gran diferencia de la que tanto se hablaba en la previa, de hecho se jugó de igual a igual y el partido no tuvo una diferencia de 24 puntos (37-13), "En la historia va a quedar como que nos ganaron por gran diferencia, pero no fue así, el resultado es mentiroso", decía el "Corcho" Lobbe al término del match.
Los Springboks hicieron su partido y fueron justos ganadores, pero las cosas se les fueron facilitando a merced del error argentino. Qué Bryan Habana es uno de los mejores jugadores del mundo no se puede negar, les das una y te hace dos tries.
"Quizás este haya sido mi último partido, no lo sé, en este momento tengo mucha angustia, queríamos ganar el Mundial y no pudimos", conmovía a todos un Agustín Pichot con la voz entrecortada en la conferencia de prensa.
Emociones, como la de ver llorar al 9 y al 10 del equipo en un costado del campo, la del 15 yendo a saludar a su gente, la de la bandera gigante, el 7 y el 4 fundidos en un abrazo eterno, o la del 13 hablando con el 12 sentados en las sillas del sin bin.
Emociones fuertes en un día que necesitará de la fuerza y garra Puma para analizarlo, sacar lo mejor de él, y pensar en Francia, Argentina está entre los mejores 4 del Planeta, es así, Gracias Pumas.