Caminar por el Louvre es una de esas experiencias que todo el Mundo debería hacer en algún momento de su vida, los ojos se inundan con tanta historia y cultura, el corazón se llena de emoción y nada, ni siquiera los miles de metros de superficie cubierta y adornada por cuadros y esculturas milenarias hacen que uno pierda el entusiasmo un segundo, es algo único, fantástico.
La altura en la que se haya la Torre Eiffel, monumento emblemático de la Ciudad de las Luces, se acerca mucho a ese cielo, los más de 300 metros de estructura metálica (comenzada a construir en 1887 y finalizada a los 24 meses) lo acercan a uno a poder observar lugares increíbles e insospechables cuando se está al nivel del piso.
Los potentes ascensores erigidos en cada una de las cuatro bases que cuenta la Torre, suben y bajan con miles de turistas todo el tiempo, subir a los distintos tres pisos de la misma, cuesta entre 5 y 11 Euros depende de la altura elegida.
Por supuesto que RugbydeCuyo no dejó pasar la oportunidad de subir al cielo parisino, es decir a mirar desde arriba la Cuidad del Mundial.
Caminando por la segunda planta apareció un mendocino, Carlos, que vive con su esposa y dos hijos en Mallorca hace 20 años y que se vino a Francia a seguir a Los Pumas, "En Mendoza jugaba en Teqüe, en aquella época, yo jugaba en una división más grande que la de Miguel Travaglini. Siempre sigo todo de Mendoza por la página Rugbydecuyo", concluyó mientras saludaba y prometía vernos en Marsella el sábado.
En la tercera planta, la más alta de la Torre Eiffel, donde sólo los valientes se atreven a subir, tres de ellos caminaban con sus novias, eran Springboks arovechando el descanso, primero intercambié unas palabras con Ruan Pienaar (medio scrum) y Jaque Fourie (centro), la charla fue en un rebuscado inglés, claro a ellos les cuesta más, hablan Afrikaans, luego, unos pasos más atrás venía el tryman de la RWC con 4 tries, Brian Habana con su novia y su suegra, si, salida de a tres y muy contentos todos.
Desde 300 metros de altura la panorámica es indiscutible, se puede ver de todo, una mini cancha de Rugby en una terraza de un edificio, un corazón gigante marcado en el césped del Champ de Mars por algún enamorado, un globo aerostático, un helicóptero y hasta una juntada de dueños de Citroëns 3CV, más allá algunos toman sol en el verde césped y otros eligen un Glase (Helado).
A pocas cuadras está el Arco del Triunfo, antes de llegar a él se camina por el Champs de Elyseés, espera que como todos los días se gasten gigas y gigas de memoria en fotos, lugar de encuentros y festejos de Les Blues, hoy teñido de verde para el loco andar de una trafic con la bandera de Irlanda agitando la previa del viernes ante Francia, el dueño del Arco.
RugbydeCuyo está en Francia y les lleva a todos nuestros lectores como siempre todo lo que pasa en esta 6º Edición de la copa del Mundo, sin dudas, un evento sin igual en una ciudad creada por los Dioses.
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