Los All Blacks llegaron al partido con la tranquilidad de estar ya clasificados y el único objetivo de terminar primeros en su zona. Mientras que los rumanos ponían como meta no recibir una abultada derrota.
A juego abierto
Sólo 37 segundos tardó Nueva Zelanda en anotar el primer try, apoyado por Sitiveni Sivivatu, que demostró la determinación y el plan de juego que tuvo de cara al partido. Los hombres de negro siempre encontraron un compañero en donde descargar o el apoyo necesario para llegar al ingoal. Intentó siempre jugar la pelota y prácticamente no planteó rucks o mauls.
Así, ll egó la seguidilla de tries: a los 9 minutos, Chris Masoe; a los 14, Joe Rokocoko; a los 17, Nick Evans; a los 23, Sivivatu, nuevamente, luego de un buen trabajo de los terceras líneas, Lauaki y Collins, siempre quebrando la línea y en apoyo, y a los 36, de Mauger.
Pero a diez minutos para llegar al descanso, Rumania consiguió su premio. Tras un buen ataque de Los Robles, y de mantener la pelota en su poder con los forwards, fue el hooker, Marius Tincu, quien llegó al in goal.
Misma receta
No fue un partido brillante de Nueva Zelanda pero fue una buena actuación y le alcanzó para llevarse una victoria que lo ubica en la primera posición de su grupo. Rumania luchó estoicamente y sus forwards presentaron una dura oposición, pero no fue suficiente ya que el partido se disputó con mucha velocidad y siempre buscando los espacios.
El segundo tiempo, no fue más que un reflejo del primero, con mucha posesión de los All Blacks y otra vez anotando un try tras otro. Tanto es así, que ni siquiera buscaron el line para el relanzamiento de los penales si no que decidieron jugar a la mano todo lo que tuvieron. Así, llegaron siete tries más anotados por Isaia Toeava, Joe Rokocoko (en dos ocasiones), Andrew Hore, Conrad Smith, Doug Howlett y finalizando el partido, Toeava, nuevamente. Rumania sólo sumó a través de un penal de Florin Vlaicu.
Mirando a cuartos
Los rumanos hicieron todo lo posible durante el torneo para demostrar la dureza de su juego y lo lograron con buenas actuaciones ante Italia y Escocia y con la victoria ante Portugal. Además, disfrutaron enfrentándose a los All Blacks, algo no muy común en su historia ya que sólo se habían enfrentado en dos ocasiones.
Nueva Zelanda espera por su rival de cuartos de final, que se definirá con los partidos de la Zona D que se disputarán el domingo 30 de septiembre. Por el momento, los hombres de negro deberán instalarse en Cardiff y aguardar lo que el destino les depare para el seis de octubre.
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