Pero más calificativos seguramente se llevará el equipo de la isla del Pacífico que logró ganar y obtener el pasaje a cuartos de final.
Con resultado cambiante, jugado a todo o nada y dejando hasta el último aliento en cada jugada y en cada tackle. Con dos estilos diferentes, cada uno con su libreto, ambos hicieron todo lo posible para llevarse un triunfo que finalmente quedó para Fiji.
Cada uno tuvo su momento de gloria en el partido. Fiji en la primera etapa le marcó 25 puntos en diez minutos con tres tries, dos conversiones y dos penales. Marcó la diferencia cuando la pelota pasó por los centros y llegó a los extremos, y tuvo un pack de forwards que intentó resistir y nunca bajó los brazos a pesar de la adversidad.
Gales emparejó el marcador en el complemento con tres tries que dejaron los últimos 20 minutos bajo un manto de incertidumbre. Little aportó dos penales cuando parecía que Fiji se caía para poner el partido 31 a 29.
A ocho minutos del final una intercepción de Martín Williams en su campo le permitió correr hasta el ingoal y dejar nuevamente arriba a Gales. Cuatro minutos después los fijianos respondieron con un try de Draham Dewes, que venía a la cabeza del empuje con los forwards.
Los británicos hicieron diferencias con los delanteros, pero cuando Fiji abrió la pelota los tackles comenzaron a fallar. Fiel a su estilo, el ganador no dejó nunca de darle brillo al espectáculo, nunca se dio por vencido y esta tarde mostró el plus que necesitan los equipos para poder lograr el acceso a cuartos de final. Una página más en la historia de Fiji, una historia más para la RWC.
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