Lo logró a partir de una amplia superioridad individual y de conjunto, sobre todo en la segunda parte. A pesar de la diferencia, Japón supo ser duro escollo en la parte física.
El partido, se podría dividir en dos. Los primeros 18 minutos, en los que Japón demostró que, sin todos sus titulares, será un equipo difícil de superar. Y una historia bien distinta se dio a partir de ese momento: Australia empezó a plasmar en el resultado su dominio en la posesión del balón y del campo.
Las estrategias de los australianos
Los Wallabies eligieron en muchas ocasiones el maul como opción de ataque para llegar hasta el ingoal contrario o agrupar la defensa, para tener superioridad numérica con los backs. El equipo de John Connolly, exhibió gran potencia y altura en sus jugadores que superaron en el mano a mano a los japoneses.
Algunas observaciones individuales
Rocky Elsom, ala de Australia, fue quien tuvo la llave para abrir la defensa japonesa. Anotó tres tries (dos de ellos en el primer tiempo) en el partido. Fue veloz y resistió los embates rivales para transformarse en el jugador del partido.
Berrick Barnes debutó en el conjunto amarillo a lo grande. El joven de 21 años entró en el minuto 52 nada menos que en lugar de Stephen Larkham y demostró que no le queda grande la convocatoria a la selección. La promesa australiana anotó dos tries y mostró mucha solvencia con las manos y los pies.
Yasunori Watanabe fue el principal tackleador nipón. Además, fue junto al capitán Takamichi Sasaki, el líder de los forwards en defensa y en ataque. El ala fue el único que pudo romper en alguna ocasión la marca rival.
Las virtudes de Japón
Los nipones demostraron mucha actitud para el tackle (intentaron 131 y concretaron 93), mucha entrega en defensa y algún movimiento aislado en ataque con sus veloces wings, Tomoki Kitagawa y Hirotoki Onozawa.
Sin embargo, la faceta más precisa del equipo asiático estuvo en el line. A pesar de contar con mucha menos altura que Australia, ganaron 13 de los 16 lanzamientos que efectuaron. Japón dejó en claro que su principal arma es la intensidad con la que defiende.
Ante Australia, los backs trataban siempre de presionar para que sus rivales no pudieran jugar libres. Así fue como Japón llegó a sumar sus únicos tres puntos. Kosei Ono arrinconó a Larkham y provocó un penal de casi 55 metros, que el mismo Ono se ocupó de convertir. Apenas finalizado el partido, el ala George Smith se refirió a la agresividad japonesa: "Siempre supimos que los japoneses iban a venir hacia nosotros bien agresivos y así fue. Fueron muy disciplinados aunque tienen mucho por trabajar".
Pensar en el futuro
El encuentro les sirvió de primera lección para ajustar detalles y preparar sus compromisos venideros. Por ese motivo, Japón prefirió conservar a algunos de sus titulares en el banco de suplentes o en la tribuna. Australia, por su parte, puso a sus mejores hombres para que vayan aceitando movimientos. A pesar de un inicio impreciso, probablemente por los nervios que genera debutar en una IRB Copa Mundial de Rugby, luego del minuto 18 mostró todo su potencial ofensivo.
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