Por Andrés Ruiz Vacca
Volvió el rugby más importante de la región, luego de un parate de 2 semanas, finalmente arrancó la fase II del Cuyano, por la primera fecha del Top 8, Los Tordos se quedó con el súper clásico al vencer a Marista 28 a 12.

Los clásicos son hermosos, tienen un no sé qué, más de allá de contar como fueron sucediendo las acciones durante los 80 minutos per sé, pasan tantas cosas, adentro, afuera, en la tribuna, las familias, los cantitos, los amigos. Y si eso fuera poco, emociones a full que brindan los players, los muchachos dejaron todo, clap y clap, que hermosos son los clásicos.
Del partido decimos que los primeros instantes del match fueron de predominio del Cura, con un juego agrupado golpeando con los gordos y después pelota afuera lograba jugar en campo rival, Los Tordos no la podía tocar, solo se dedicaba a tacklear y a tacklear, como bestias, eso sí.
Esa férrea defensa Azulgrana lo dejó sin nada a Marista, y el dueño de casa en la primera que tuvo en campo rival, pasados los 10 minutos, acertó un penal con el pie de Tomás Arrigoni.
El Tricolor, que pescaba todo lo que había en piso, (el breakdown fue un tiempo para cada uno), respondió con la fórmula que le dio de comer, pick and go a morir, y después de varios de esos picas, try de Maxi Montilla. Se iba el primer tiempo, pocos puntos, pero un infiero adentro.
En tiempo cumplido, los Pájaros, con la misma moneda del Cura, metió tres picas seguidos y Manuel Arroyo, que puso el equipo adelante siempre, llegó al try.

El segundo tiempo tuvo una intensidad bárbara, ida y vuelta de locos, intercambios de fondo a fondo con el pie a rabiar, algunos se arriesgaron buscando los espacios, Fran Martos el más buscado, rompió todo lo que tenía adelante, pero las defensas estaban endemoniadas, que manera de tacklear todos por favor, pero todos, un desprecio por su cuerpo y alma, animales.
Try de Pedro Quevedo para Los Tordos, try de Salvador Podestá para Marista, así era la temática del día, pego y pegás. 15 a 12 para el dueño de casa y 10 por jugar.
Calentito estaba el match, muchos cambios de cada club, sangre y aire puro para poner a sus equipos adelante, a los dos le funcionaron los reemplazos, a Los Tordos un toque mejor, igual, todo era más vértigo y más ida y vuelta. Penal de Arrigoni adentro y al ratito nomás un drop soberbio del mismo fullback para desatar el delirio de los locales. 21 a 12 y se terminaba el clásico. Pero no.
Quedó una más, Marista en pleno ataque buscando el milagro que nunca llegó, porque desde el banco, había ingresado hacía un momento, Marcos Cassone, que hacía mil que no jugaba y se mandó un try de toda la cancha para cerrar el telón. Partidón.
El resumen. Partido muy parejo durante casi todo el tiempo. Los detalles, la defensa y la lucidéz Azulgrana le dieron la victoria. |