El capitán de los All Blacks (McCaw) levanta la Web Ellis
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Francia comenzó mejor y con mucha posesión y determinación, tuvo el dominio de los primeros instantes del encuentro. Llegó a elaborar una jugada de hasta 12 fases que, sin embargo, no llevó demasiado peligro hacia el terreno de los locales.
A los 7 minutos, Piri Weepu desperdició la primera oportunidad de abrir el marcador cuando erró un penal, pero a partir de ese momento, los All Blacks reaccionaron y pudieron hacer pie en el partido.
Gracias a Tony Woodcock y su try, que llegó a partir de un line a poco menos de diez metros del ingoal de Francia, se rompió la paridad en el marcador a los 14 minutos. La pelota fue a la cola y desde allí fue jugada hacia el centro de la hilera, donde ingresó el pilar que no tuvo marca que derribar en su camino a anotar la primera conquista. Fue uno de los pocos errores que cometieron Les Bleus en la marca, y lo pagaron caro.
Los galos pasaron a defenderse y perdieron a su apertura Morgan Parra por un golpe en la cabeza. En su lugar ingresó Trinh-Duc, al que le costó adaptarse rápidamente al ritmo del encuentro.
Los neozelandeses siguieron dominando la posesión y trataron de aprovechar cada oportunidad de anotar puntos, pero Weepu no estuvo afilado como en otras ocasiones y desperdició varios intentos con el pie.
En el cierre de la primera etapa, Aaron Cruden tuvo que ser reemplazado por Stephen Donald y Francia aprovechó el desconcierto de los All Blacks, pero sin obtener resultados positivos. Pudo descontar a través de Thrin-Duc que ya estaba a tono con el encuentro, pero el 10 galo erró un intento de drop, y luego hilvanó una jugada muy peligrosa que no llegó a buen puerto por un tackle salvador de Weepu.
No le alcanzó a Francia
El segundo tiempo comenzó con el cambio de pateadores en ambos equipos. Yachvili se hizo cargo de las patadas francesas y a los 3 minutos del segundo tiempo mandó desviado un penal. Mientras que en los All Blacks el rol lo asumió Stephen Donald por la nula efectividad de Weepu en sus tres intentos en el primer tiempo. Donald respondió en su intento a los palos, sobre los cinco minutos y estiró las diferencias 8-0 a favor de los All Balcks.
Pero la reacción de Francia fue rápida, que por una pelota mal entregada por parte de Weepu, armó un contraataque que tras varias fases, terminó con el capitán Thierry Dusautoir apoyando debajo de los palos y, tras la conversión, quedó en un apretado 8-7 abajo.
Pasados los 20 minutos, Francia comenzó a sentirse cómodo en el encuentro y los All Blacks de a poco se fueron perdiendo entre los nervios y los permanentes ataques de los galos que los encerraron en su propio campo.
Con sorpresa, tenacidad y moviendo la pelota, Les Bleus fueron adueñándose del partido. El problema que no pudo resolver, y que le impidió marcar más puntos, fue su propio desorden en el ataque, que encontraba a jugadores sin poder de decisión en los últimos metros.
La mínima diferencia en el marcador mantuvo la emoción hasta el final, hasta que los All Blacks lograron asentarse en campo contrario y controlaron la pelota para que el reloj corriera y esperar el pitazo final del árbitro, con el que desataron toda la alegría.
Al igual que 24 años atrás, Nueva Zelanda conquista el máximo trofeo del rugby mundial en su propia casa.
Celebraciones al por mayor
Los All Blacks fueron impulsados por el apoyo de todo el país durante el torneo, y el ingresado medio scrum Andy Ellis se maravilló con la devoción de los hinchas. "No termino de darme cuenta lo intenso que es", contó. "El colectivo del equipo iba a 10 kilómetros por hora en el camino hacia el estadio, toda la gente estaba en la calle".
Por su parte, el capitán McCaw sostuvo que la victoria 8-7 sobre Francia fue extraordinaria para los jugadores, los dirigentes y los hinchas. "Es difícil de describir, pero los 30 jugadores del plantel, los directivos y todos los hinchas cumplieron con su rol", remarcó.
Luego, agregó: "Pero alrededor de todo Nueva Zelanda la gente nos apoyó mucho, así que es genial que podamos agradecer por eso".
Ahora llega el momento para que los All Blacks celebren a lo grande su segundo título en la RWC alrededor de Nueva Zelanda. Después de un desfile el lunes en Auckland, el martes estarán en Christchurch para un evento similar.
El miércoles seguirán con un desfile por las calles de Wellington con la Copa Webb Ellis. Es que, la que comienza, promete ser una semana movida.
Tercera Guerra Mundial
El segunda línea de los All Blacks, Brad Thorn, el jugador más viejo en disputar una final de RWC, dijo: "los franceses deben estar muy orgullosos de sí mismos". El full back Israel Dagg agregó: "Fue la tercera guerra mundial; Francia puso todo en juego y dejaron todo durante 80 minutos",
Si bien esta selección de Francia no mostró la extravagancia algunos de sus famosos predecesores, mostraron una fuerte defensa y la resistencia. "Estuvimos muy cerca", dijo el ala de Les Bleus, Julien Bonnaire. "Podemos tener la frente bien alta al final de esta Copa del Mundo. Dimos todo lo que teníamos, tal como dijimos que haríamos."
El medio scrum Dimitri Yachvili, que tuvo un papel decisivo al llevar a su equipo en la final, dijo que podía volver a Francia con la frente en alta. "Antes del partido pensamos que teníamos que dar todo para no tener que lamentarnos después", dijo. "Estuvimos cerca. Nos mantuvimos unidos".
"Estamos decepcionados por lo que no hicimos, pero estamos orgullosos de nosotros mismos. Tenemos muchas ganas de volver a casa y estar con nuestras familias".
A un kick
Asimismo, relató que en el momento en el que su kick pasó entre los palos, no tuvo ni la menor idea de lo relevante que sería para él y para su país. "En ese momento no lo pensé mucho. Solo era un penal justo delante a los palos y lo metí. No había pateado una pelota en seis semanas. En ese momento no pensé que iba a ser tan importante, pero al final lo fue".
"Mis amigos estarán pensando: 'ahí está el tipo que estaba aquí tomando cerveza y saliendo a pescar con nosotros en el medio de Eden Park".
"Mi preparación no fue ideal. Cuando uno se marcha a pescar normalmente va con un par de cervezas. Así que mi estado físico probablemente no fue óptimo. Afortunadamente, tan sólo tuve que aguantar 50 minutos".
Salió airoso
El entrenador, Graham Henry, aseguró que no tuvo ningún temor al elegir a Donald como reemplazo del lesionado Aaron Cruden.
"Estuve nervioso durante todo el maldito partido, no sólo por Stephen Donald, porque sabía que podía hacerlo", describió Henry. "Donald entró y jugó tremendamente bien. Pateó lo que fue el kick ganador y consiguió posicionarnos en la cancha cuando lo necesitamos".
El centro veterano, Ma'a Nonu, celebró con la misma alegría el éxito de Donald y su respuesta rotunda ante las críticas: "es curioso cómo funcionan las cosas. Estaba en lo más bajo y con mucha gente que le guardaba rencor pero lo superó, marcó el kick y nos hizo ganar el Mundial".
El fullback, Israel Dagg, y el número 8, Kieran Read, también tuvieron palabras de aprecio para el apertura suplente en sus celebraciones por la victoria de Nueva Zelanda.
"Stephen Donald estuvo increíble esta noche. Estuvo bajo mucha presión", indicó Dagg.
Read sentenció que, "Stephen Donald mostró mucha valentía. Se jugaba muchísimo pero demostró mucho coraje".