El sol sigue acompañando las tardes del otoño mendocino y eso ya es un buen condimento como para ir a una cancha a ver rugby y nada mejor que hacerlo mirando a dos equipos que en sus últimos enfrentamientos vienen brindando buenos espectáculos.

Durante el primer tiempo hubo pocas emociones. Solo un try por el lado de la visita producto de la clásica fórmula line-maul donde se destacó el papel el empuje de los "Toros" y el toque final a cargo del hooker Soler cediendo la guinda para la conquista de Gitán Caroglio.

Mientras que, por el lado de Marista, sólo se marcaron tres puntos gracias al pie del medioscrum Maxi Filizzola uno de los jugadores destacados que tienen los "Curas" partido tras partido.

Así, con tas pocos puntos anotados, hay que resaltar que durante los primeros cuarenta minutos de juego, el dueño de casa intentó vulnerar a la defensa visitante apelado a su juego dinámico, intenso y vertiginoso pero sin resultados favorables puesto que descuido la conservación de la pelota, no fue preciso en el juego de manos y cometió demasiadas infracciones.

Por su parte, Peumayén que viene aceitado y tratando de jugar un rugby de quince hombres tuvo un gran protagonismo en base a su sólida defensa y a su búqueda en ofensiva. Disputó la guinda en cada formación y le propinó buenos dolores de cabeza a Marista en las móviles, sobretodo en el ruck. Buenos tackles con sus jugadores, concentración en la marca, pronta recuperación de pelotas, seguridad a la hora de jugar y precisos kicks de Savina fueron inclinando la cancha a su favor.

Sin embargo, pese a marcar cierta superioridad en el juego el tanteador no decía lo mismo y por eso el resultado parcial reflejó un discreto 5 a 3 en favor del "blanquinegro".

Ya en el complemento, en la primera oportunidad que tuvo Marista pidió palos y se puso arriba en el marcardor.

Posteriormente, mientras algunos jugadores de Peuma reclamaban por un fallo arbitral las acciones de juego seguían y el apertura Savina se vio obligado a rechazar con una presión asfixiante que hizo que le taparan su kick y que el centro Francisco Frugoli marcara el primer tyr de su equipo.

13 a 8 en favor del conjunto "tricolor" y parecía que Marista podía encontrarle el rumbo al partido pero... Peumayén no bajó los brazos, nuevamente metió presión y puso el juego en campo rival y desde ahí comenzó a sumar con la efectividad de Nabi Moyano.

Marista apeló a su banco de lujo y puso en cancha artilleria pesada, es decir, jugadores experimentados como son Artigas, Roccuzzo y Juan Pablo Ruiz pero esto le provocó un dolor de cabeza puesto que uno de estos jugadores rápidamente, con apenas segundos en cancha, fue amonestado y permitió el renacer de Peumayén que supo que era su momento.

De esta manera, con un hombre de más llegó la ventaja para los dirigidos por Vercelli. Exigua pero ventaja al fin. Diferencia de un punto que le daba la victoria y que era necesario cuidar, proteger y conservar a puro juego, corazón y tackle.

Fueron más de diez minutos donde Marista lo buscó y no lo encontró e incluso, sonó la chicarra y la pelota siguió en juego hasta que recién un error del local permitió el desahogo de toda la parcialidad visitante que llenó de elogios a sus jugadores y equipo por tan sufrida pero merecida victoria.