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|  El capitán del tricolor, "Papu" Sánchez, levanta la Copa | 
Marista cortó la racha de Liceo  que buscaba el tricampeonato y así consiguió su 20º título oficial. El  resultado final fue 22-21 a favor de los “Curas”.
                            
                            La  misma película, los mismos protagonistas, pero otro final, eso se vivió esta  tarde en cancha de la “Lepra”. Nuevamente se vieron las caras en una final  Liceo y Marista, dos rivales conocidos y acostumbrados a disputar desenlaces  dramáticos. Ambos equipos llegaron con ganas de ser quienes alzaran esa copa  cuando el sol se escondiera al oeste del parque. 
                            
                            Comenzaría  el tan esperado encuentro, y el bicampeón (hasta ese momento) salió a demostrar  porque lo eran. Liceo empezó a proponer su juego y ser un equipo netamente  ofensivo, Marista defendía cada pelota como si fuera la última, pero el embate  “Clavo” era más.
                            
                            La  inefectividad de Báez fue la culpable de que Liceo, quien era más, no pudiera  anotar pese a estar acechando el ingoal “Cura” durante un tiempo largo. Ese  error lo pagó muy caro, dejando que Marista tome vuelo y empiece a llegar con  más facilidad a territorio rival. En una de las visitas al campo de Liceo,  Daniel Roccuzzo no perdonó, disparó y acertó los primeros tres puntos de esta  final, acción que calcó minutos más tarde. 
                            
                            Sin  embargo, el habilidoso tercera línea Liceísta no dejaría mudo su botín. Los  dirigidos por Carlos Meli empezaron a cuidar la pelota y realizar un juego de  muchas fases, hasta que este ritmo de juego hizo que Marista cometiera una  infracción que Báez tranformó en tres puntos.
                            La  adrenalina corría por las venas de treinta personas, era notable, y la clave  era quien mejor la canalizara iba a ser más el efectivo. Ambos equipos buscaban  con ansias lastimar a su rival. Patricio Sánchez hizo lo que mejor sabe,  utilizar su potencia, con ésta llegó  la  gloriosa zona detrás de la última línea y anotó el primer try del encuentro.  Sobre el final Roccuzzo cargó nuevamente su derecha y disparó certeramente.  Todos se irían al descanso con un score que arrojaba un 16 a 3 a favor de los  “Curas”. 
                            
                            NI  bien comenzó el complemento, Liceo dio vuelta la página y empezó a jugar mejor,  fue así que el experimentado Facundo Barni luego de ingresar con gran actitud  por el centro de la cancha logró anotar para su equipo emparejando un poco las  acciones. Un nuevo penal de Báez dejaría a los “Clavos” solamente tres puntos  abajo. Esta levantada no le gustó nada a Marista, entonces nuevamente utilizó  su arma letal, Roccuzzo, para que el nueve no deje dudas de su efectividad. 
                            
                            El  partido se empezó a tornar muy parejo en posesión territorial y de pelotas.  Luego de un line, Liceo se consolido en el verde césped del Gargantini y armó  un maul compacto, el cual le fue casi imposible detener a Marista. Juan Zaniuk  tomó la pelota desde el fondo de la formación móvil y encontró el espacio justo  para llegar al try y que Liceo quede a un punto de su rival.  Promediando los segundos cuarenta, Báez con  su pie hizo que los “Clavos” pasen por primera vez arriba en el tanteador y la  hinchada estallara. 
                            
                            Se  empezaron a vivir momentos de tensión, la historia se repetía y “La Gloriosa  74” ya tenía en su cabeza el grito del tricampeón. Los reclamos hacía Ramos  eran constantes y los roces abundaban, lógicas reacciones de una final  físicamente muy exigente, donde ninguna de las treinta almas protagonistas se  guardaron nada. El encuentro se encontraba en un ida y vuelta, pero ninguno  lastimaba a su rival.  
                            
                            No  obstante, Marista no quería el subcampeonato nuevamente, empezaron a conservar  la pelota hasta posicionarse en una posición factible para un penal. Pero  Francisco Diez, tomó el rol de héroe en esta trilogía finalista. Con la cabeza  fría y la victoria rodeando sus pensamientos, hizo un magnifico envío de  sobrepique que enmudeció a todo el estadio.
                            
La pelota entró por el centro y  estallaron los gritos de la hinchada “Cura”. Pese al esfuerzo de retener el campeonato  por parte de Liceo, las ganas de Marista fueron más. Contando los minutos,  segundos, y centésimas, sonó la chicharra para que Roccuzzo enviara el balón a  lo más alto de la platea y se desatara la lo”cura” al ver el marcador final en  22 a 21 a favor del elenco de Pérez Caffe y Conte.
                            
                            Marista  es el nuevo campeón del rugby local, merecido triunfo del equipo de La  Carrodilla, gran desempeño de Liceo a lo largo del campeonato que se tuvo que  conformar con el subcampeonato. La tercera, fue la vencida. 







