Ezequiel Pelaia marcó 14 puntos con el pie (entre ellos dos drops)
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¿Qué vamos a decir? Ya esta dicho, Marista – Banco, Banco – Marista ya es un partido especial. Hace tiempo (mucho) que en los partidos entre estos dos elencos no hay más de cuatro puntos de diferencias, son partidos duros según los propios protagonistas, partidos entretenidos según los espectadores, partidos "serruchos" según el tanteador.
Victorias compartidas, alegrías curas, tristezas bancarias, tristezas curas, alegrías bancarias. Este año ¿Cómo será?
Difícil dar un pronóstico de como darán los encuentros entre estos dos equipos este año, por el momento, quien arrancó con el pie derecho fue Marista.
Un partido que comenzó con un Banco a todo motor, permaneciendo los primeros minutos en campo de los "Curas", ocupación territorial que rendiría sus frutos gracias al pie de Luciano Cano que se cargó seis puntos al hombro en menos de ocho minutos de partido.
Banco atacaba y atacaba, Marista se defendía con dientes apretados, difícil panorama para los de La Carrodilla para poder pasar a campo bancario y generar juego.
Pasaron los minutos, los dos equipos pusieron su juego en mesa, cada uno intento generar su propia estrategia, el plan de juego necesario para aplacar los ataques del contrario y vulnerar la defensa.
Los últimos diez minutos del primer tiempo, ya la ocupación territorial y las posesiones de la pelota eran repartidas. Banco seguía arriba 6-0, pero Marista llegó a 22 metros en ataque, fue ahí que Ezequiel Pelaia sustrajo de forma apresurada la pelota de un ruck y al ver mal dispuesta a su línea de back sacó un drop de "la galera" que ingreso por las haches y acortó la distancia a solamente tres puntos. Así terminaría la primera mitad, con los "bancarios" arriba 6 – 3.
Los 40 minutos del complemento serían más emocionantes, a los 11' llegaría un nuevo drop de Ezequiel Pelaia y "Panchito" Diez se zambulló en el ingoal luego de una pelota que se llevo con el pie para anotar el único try de Marista.
Como todo partido palo a palo, llegaron los roces y las amarillas, acciones que no merecen ser mencionadas, que no hacen atractivo a este deporte.
Grito va, grito viene, Facu Biffi corrió por el touch donde estaba su gente, anotó el try que dejaría a su equipo un punto arriba, y estallo el público visitante. Luego Luciano Cano ingresó la pelota entre los postes y dejo a Banco encima en el marcador por tres porotos.
Promediaba la segunda mitad, el partido era para Banco, ¡pero no! de repente era para Marista…. ¡Pará! no!, no!, es para Banco. Ni el mas experto en el deporte de la ovalada podía llegar a adivinar para quien sería el partido.
Banco cometió un penal en su campo, y nunca quedo mejor el dicho "tres son más que casi cinco" y fue así que Patricio Sánchez se dirigió a Ramos y le solicito el envío a los palos, Pelaia tomó la pelota y la colocó, miró, se concentró e hizo que el partido quedara igualado en 16.
Ya en estos momentos del partido, los dos equipos jugaron a todo o nada, dejando el alma en cada tackle, el último suspiro en cada corrida y los dos eran merecidos ganadores del match, pero se veía venir un empate.
Entonces sonó el pitazo de Andrés Ramos que indicó un penal para los "curas" y se escucharon muchas voces, unidas en una sola: "Palos!", y nuevamente a los 37' Ezequiel Pelaia convirtió un penal más a su cuenta y la de su equipo.
Pasaron los últimos segundos del encuentro, y Francisco Diez pincho la pelota afuera para que el juez del encuentro dictaminara el final del partido y que festejara Marista por 19 a 16.
Un partido entretenido, solo dos tries (uno por elenco), pero dos equipos con muchas ganas de jugar y que seguramente serán grandes animadores de este Torneo Cuyano.