En una noche muy fría de Bermejo, el Mendoza consiguió una victoria muy importante para perfilarse entre los primeros. Encuentro que brindó una pelea en los forwards para la obtención de la ovalada y duras defensas en los tres cuartos para evitar una caída en el in goal.
De arranque, Teqüé se animó a empujar en el scrum y complicarle la vida a los blancos obteniendo un gran porcentaje de la pelota, pero sus intentos por progresar en el terreno fueron frenados por la defensa local.
De esta manera, los "Azules" empezaron a perder la pelota y cometieron muchas infracciones en defensa. Éstas, las aprovechó Leopoldo Villanueva para sumar de a tres mediante un penal bien ejecutado.
Por la actitud de ambos equipos pintaba para un cotejo de ida y vuelta, y así fue, porque a los 8 minutos de la primera etapa Leo Berlanga se las ingenió para escapar de la marca y zambullirse en línea de anotación.
Arriba la gente de Maipú y vuelta a la batalla de quién obtenía la posesión. En el scrum, los "Blancos" se vieron sorprendidos por la visita que robó casi todas las pelotas en el primer tiempo; sin embargo, los "Azules" cuando tenían esta fija a favor, la desaprovechaban cometiendo free kicks (ya sea por el prematuro ingreso o pelota torcida).
Se acababa la primera mitad y parecía que iba a ser un resultado ajustado, pero los conejos insistían en penetrar la muralla defensiva que proponían los maipucinos y luego de un despeje Crivelli (recién ingresado por la lesión de Rinaldi) rápidamente tomó el balón y le amagó a la marca con agilidad e inteligencia para sumar el try.
Ya en la segunda parte, el pack del Mendoza mejoró su nivel y puso las cosas más parejas con la visita. En el juego persistieron los duros tackles y las infracciones, sobretodo del lado visitante que sufrió un nuevo penal de "Popín" Villanueva. Y peor si le sumamos la avivada de un inspirado, Juan Pablo Álvarez que tras un scrum en pleno ataque se hizo un hueco entre la marca para sumar cinco más.
Parecía que el último campeón del Cuyano estaba sentenciando la historia; pero, Teqüé tomó cartas en el asunto y puso toda la carne en el asador para cambiar el resultado.
Así, Vicino estiró la manó para apoyar en la línea de cal , luego respondió Pablo Viazzo tras el esfuerzo de Crivelli que recuperó la pelota con velocidad, y cuando ya finalizaba el partido Gerardo Zelada le puso suspenso a los últimos minutos faltantes.
La gente se paró de sus asientos y observó los últimos segundos con nerviosismo. Tras la salida de mitad de cancha, el local recuperó la guinda y se hizo imposible quitársela de las manos hasta el pitido final.