Pero más rápido que inmediatamente, Los Tordos pudo recuperarse y Diego Sinibaldi, después de romper un par de tackles apoyó el primero de sus dos tries.
Minutos más tarde, nuevamente Sinibaldi se escapó por la izquierda de su ataque y aumentó la diferencia para la visita.
En esos cuarenta primeros minutos, Peuma nunca pudo descifrar el código de seguridad de la defensa de Los Pájaros, por lo que descontó a través de un nuevo penal de su numero diez, Isuani.
En la etapa complementaria, el local, a sabiendas de que sabía con qué y tenía cómo, salió más adelante a recuperar terreno; pero en su afán de atacar, descuidó la zona defensiva y Tordos lo vacunó. Primero con un try del Man Bustos y luego con uno de Alejandro Pedro.
Sin embargo Los Penta campeones, que ostentaban una diferencia de veinte puntos; sorpresivamente empezaron a ceder el terreno y la iniciativa, y los del bajo ni lentos ni perezosos comenzaron a inclinar la cancha y a jugar con la pelota en las manos mucho mas cerca del ingoal tordino.
Así fue, como después de tanta búsqueda Los Toros encontraron su premio. Primero Meneo desprendiéndose rápido de un scrum, puso el 26 a 13. Quedaban diez minutos y la ventaja parecía irremontable.
Cinco minutos más tarde, fue Matías Sosa con un try de scrum el que acercó más todavía a Peuma.
Restaban cinco minutos y el bajo era una caldera. La gente no paraba de alentar al local, que estaba a un solo try convertido de ganar. Try que llegó en tiempo cumplido gracias al “Negro” Castro, que vio el hueco y le dio nomás para apoyar y ponerse a tan solo dos tantos de la victoria.
Sin embargo y por esas cosas de la vida, justamente Isuani, que tantas alegrías le ha dado al Toro del bajo, falló la última conversión y con eso llegó el cierre del partido. 26 a 25 victoria agónica, sufriendo y pidiendo la hora para Tordos; que hasta cuando juega mal, gana. |