El encuentro comenzó con el puntero dominando ampliamente las acciones y exponiendo, como siempre, un buen juego desplegado. Tal fue la supremacía de los visitantes que en los treinta minutos iniciales marcaron tres tries por medio de Tello, Lizarraga y El Hom.
Para Liceo, la primera oportunidad de inquietar a su oponente llegó recién a los 27 minutos a través de un penal bien pateado por Badui. Dos minutos más tarde, y en su primera excursión por las cercanías del ingoal, Los Clavos lograron apoyar gracias a Gustavo Gil. Finalmente un nuevo penal del wing puso el parcial 19 a 11, resultado que todavía le otorgaba esperanzas a los de Carrodilla de poder revertir la historia.
En el complemento, las cosas arrancaron muy distintas. Liceo con la intención de seguir vivo en este Torneo Cuyano, entró con otra actitud y dispuesto a repetir lo de la quinta fecha de la primera fase en la que ganó por 24 a 18.
Ese cambio de mentalidad en los de Carrodilla, se vio evidenciado más rápido que inmediatamente en el marcador; ya que en 15 minutos con dos penales de Badui y un try a pura potencia y velocidad de Gil; logró dar vuelta el marcador y pasar a ganar por cinco, 24 a 19.
Sin embargo, ahí nomás a escasos dos minutos de la última conquista local. Leandro Tello interceptó una patada deslucida de Patricio Martínez y volvió a poner en ventaja a Los Tordos.
La intensidad en cada uno de los movimientos comenzó a subir cada vez más, la adrenalina adentro y afuera del terreno empezó a brotar y para colmo Diego Badui acertó su quinto penal consecutivo. Los Clavos pasaban de nuevo al frente por uno y soñaban con una victoria que les continuara dando aire en busca de la semifinal.
Pero Carlos Lizarraga, figura del partido, corrió, rompió tackles y finalmente apoyó y sentenció a Liceo, que ve cada vez más lejos la puerta de acceso a la instancia final.
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