Inglaterra ganó su tercer encuentro consecutivo

Inglaterra continúa siendo líder absoluto del Seis Naciones tras derrotar, en Twickenham, a Francia por 23 a 13, en la tercera jornada del torneo europeo. Los galos, que llegaron a suelo inglés con la obligación de cambiar su imagen tras las caídas ante Italia y Gales, no pudieron volver al triunfo frente a un conjunto local compacto y oportuno, que está cada vez más cerca del título.

El marcador se abrió temprano. A los 2', Owen Farrell acertó su primer intento a los postes, pero rápidamente Morgan Parra aprovechó su oportunidad para igualar las cosas en 3, en apenas cinco minutos de juego. Un encuentro muy físico, con mucho contacto, en donde ninguno daba el brazo a torcer.

Los franceses mostraron otra cara con respecto a sus primeras presentaciones y se plantaron de buena manera ante el sólido equipo inglés. Intentos de uno y otro lado, pero las defensas se destacaban, y esto sólo permitía sumar por intermedio de penales. De esa manera, Farrell acertaba nuevamente: 6-3.

Pero Wesley Fofana, centro de Francia, tenía la llave para abrir la defensa inglesa. Primero fue con su fantástico try, atropellando todo lo que se le puso adelante para apoyar en ingoal rival, y dejar a los de Philippe Saint-André por delante en el marcador. Con Francia10-6 arriba, Fofana siguió marcando diferencias cada vez que tocó la guinda, en el último tramo de la primera parte.

La Rosa reaccionó y descontó, nuevamente, con el pie de Farrell, pero no pudo quebrar a la defensa francesa. De esta manera llegaron al descanso, era victoria parcial para la visita por 10 a 9 y un segundo tiempo que prometía mayor vértigo y emoción.

El complemento arrancó con Francia haciendo retroceder a la Rosa en el Scrum y provocando un nuevo penal a su favor, pero Parra falló por segunda vez en el encuentro y todo estaba igual.

A partir de ahí, el equipo de Lancaster se plantó en campo rival y sacó rédito, primero con la puntería de Farrell y luego con el try de Manu Tuilagi, quien aprovechó el desorden francés a la hora de recibir un kick, para lograr su conquista y acertar un importante golpe a la visita.

En un partido intenso, con la misma dinámica del comienzo, el orgullo francés llevó al equipo para adelante, tratando de someter al rival y achicar distancias. Fue un penal de Frederic Michalak que puso las cosas 17-13 para Inglaterra. La visita proponía, pero las inoportunas infracciones congelaban sus aspiraciones de sumar.

El equipo inglés supo manejar tiempos, marcador y juego. Pudo mantener la posesión lejos de sus 22 yardas y el partido estaba prácticamente cerrado. Toby Flood, con dos penales, decoraba la victoria local por 23-13 ante Francia, que sólo pudo sumar en el complemento con aquel penal de Michalak.

Inglaterra va por todo. Cosechó su tercer triunfo consecutivo, se encamina al título. En su horizonte asoman Italia, en Twickenham, y cerrará con Gales en el Millennium.

Gales sacó provecho de cada error de Italia
De este modo se llevó un partido fundamental para meterse en la pelea por el Seis Naciones. Fue 26-9, con una gran actuación de su full back Leigh Halfpenny, autor de 16 puntos (cuatro penales y dos conversiones).

Se esperaba un partido abierto, por el juego que propone por tradición Gales y la nueva filosofía que tiene la Azzurra con Jacques Brunel como entrenador. Sin embargo, el mal tiempo complicó todo. Muchos errores de manejo, kicks en abundancia y poco y nada de juego con los backs en esos minutos iniciales.

Desde el comienzo, la visita arrolló el scrum italiano y de ahí consiguió muchas infracciones para que Halfpenny, de a poco, se convierta en la figura del encuentro. El full back aportó tres penales para el 9-6 parcial con el que se fueron arriba al descanso los Dragones Rojos.

Sin Sergio Parisse, suspendido por un insulto al árbitro jugando para su club Stade Francais, el dueño de casa no encontraba la pelota. Lejos del nivel mostrado en el debut contra Francia, en el único momento que estuvieron cerca de apoyar un try fue en el inicio del complemento, pero el wing Giombattista Venditti cometió knock-on cuando quiso levantar la pelota. A partir de ahí, todo fue de Gales.

A la jugada siguiente, kick estratégico de Mike Phillips en las 22 rivales, la pelota le picó mal a Edoardo Gori y a Kristopher Burton, y Jonathan Davies sólo tuvo que llegar al in goal y apoyar su try. Un penal de Burton achicó diferencias, pero ya estaba todo liquidado.

Halfpenny siguió afilado con el pie y Alex Cuthbert aprovechó la ventaja numérica por la amarilla al capitán Martín Castrogiovanni para anotar su conquista con una corrida a pura potencia.

Gales está vivo en el Seis Naciones, tras el comienzo con derrota ante Irlanda. Italia, por su parte, sigue metido en esa irregularidad de los últimos años.

Gran victoria de Escocia ante Irlanda
Los locales tuvieron menos juego y actitud ofensiva que el Trébol, pero supieron revertir un panorama adverso, en el complemento, a través de cuatro penales de Greig Laidlaw para ganar 12 a 8.

En un comienzo de partido con varias imprecisiones de manejo, el primer ataque serio fue por intermedio de Luke Marshall rompiendo la defensa local y abriendo juego hacia la punta. El Cardo frenó el ataque a cinco metros de su ingoal, pero tras varios movimientos, la visita obtuvo un penal a su favor. Optaron ir al line, pero se lució Escocia, robó la pelota y salió airoso de la zona de try.

El primer tiempo fue todo de Irlanda, con un Marshall imparable, quebrando las marcas y luciéndose en el juego abierto. Aunque los intentos eran en vano, el marcador no se abría y todo seguía igualado, sin puntos.

A los 16', el escocés Ryan Grant recibió la tarjeta amarilla y el Trébol pidió palos por primera vez. Paddy Jackson apuntó, pateó y erró. El empate no se movía. Pero los locales debían dar batalla con catorce jugadores durante los próximos diez minutos.

Dentro de la parsimonia que mantenía el encuentro, fue siempre Irlanda el que propuso mayor vértigo en ataque. Keith Earls, a los 24' atacó los espacios y fue directo a marcar su try, pero la defensa local volvió a cerrar a tiempo y evitó el festejo visitante. Media hora de juego, en donde los irlandeses mostraban sus intenciones pero no lograban quebrar el 0 a 0.

Los intentos no cesaban. Irlanda bajó la guinda del line y estableció una larga serie de movimientos, primero cortos y luego por afuera. Fases y más fases, agotando el ancho de la cancha, para luego invertir la ola ofensiva hacia el lado opuesto. La insistencia dio sus frutos y todo terminó en penal para los de verde, que pudieron sumar. Acierto de Paddy Jackson a los 35' para romper el cero y poner a su equipo 3-0 arriba.

Con el marcador abierto, en tiempo cumplido, Escocia tuvo su chance con un penal de Stuart Hogg. El remate no llegó a destino y los primeros cuarenta minutos culminaron con diferencia mínima a favor de Irlanda.

La segunda parte fue una continuidad de la primera. El Trébol buscaba ser más efectivo y seguía en el rol de protagonista. Movía la pelota y desgastaba al bloque defensivo local, que continuaba entregando penales. La propuesta visitante tuvo sus frutos rápidamente y a los 4' llegó el try de Craig Gilroy que ponía las cosas 8-0.

Pero los locales reaccionaron y mostraron su oportunismo a la hora de administrar posibilidades en ofensiva. Fueron cuatro penales consecutivos de Greig Laidlaw -a los 12', 19', 23' y 34'- que dieron vuelta el resultado y pusieron al Cardo 12-8 arriba.

Un resultado impensado por el desarrolló del juego, pero justificado en la falta de eficacia visitante. Esa falta de efectividad por la que el Trébol puso en cancha a Ronan O'Gara en lugar de Paddy Jackson, quien erró dos penales y una conversión.

A cuatro minutos del final, Irlanda se jugó todo en busca de un try que pueda revertir la historia. Todavía perplejo por estar abajo en el marcador, se metieron en las 22 yardas de Escocia, en un final emocionante. A metros del ingoal, el ataque culminó primero en scrum para el local. Pero luego en penal para Irlanda, que movió la pelota y falló en el manejo, desperdiciando la última chance de marcar.

Final del partido. Estalló Murrayfield. Escocia ganó un partido que se presentó desfavorable, pero solucionó las diferencias de juego con la precisión de su pateador Greig Laidlaw, quien anotó doce puntos para sellar el triunfo local, por 12 a 8.