Tricampeonato para Duendes

Así, el equipo verdinegro reverdeció los laureles que también supo conseguir en 2000, 2002, 2006, 2007, 2010 y 2011. Quizás no lo hizo jugando un rugby de alto nivel, pero por lo expuesto le alcanzó para llevarse la corona.

Desde el arranque mismo del torneo, lo tuvo como uno de los principales candidatos al título y fiel a su historia no defraudó.

Ayer, en la final, quizás se vio una de las versiones más opacas del equipo del barrio Las Delicias, pero podría justificarse en que se trataba de una final, con todo lo que ello significa y que enfrente estaba su tradicional adversario que no le hizo las cosas fáciles sino todo lo contrario.

Los ochenta minutos fueron muy parejos y si Duendes sacó una pequeña luz que le valió el campeonato fue porque se apoyó en la experiencia de algunos de sus jugadores, quienes supieron darle la cuota de paciencia necesaria para desnivelar en los momentos justos.

El primer tiempo fue muy parejo. Duendes no pudo darle dinámica a su juego debido a lo interrumpido de las acciones. En ese contexto los penales fueron los culpables de que el marcador variara. La lucha fue mucha, el juego casi que brilló por su ausencia.

La primera emoción de la tarde tuvo al flamante campeón como protagonista. Tras un line en ataque, el verdinegro armó un maul que quedó muy cerca del ingoal. Luego con un pick & go fue erosionando la defensa verdiblanca hasta que la quebró y así llegó el primer try del partido.

Duendes pudo escaparse un poco en el marcador pero antes del final Juan Baetti incursionó en el ingoal verdinegro con un try que le puso las cifras definitivas al primer parcial. El 13-12 favorable al local con el que se fueron al descanso auguraba un segundo tiempo disputado y con mucha adrenalina.

En el complemento ambos salieron a jugarse el todo por el todo. Duendes intentó darle dinámica a su juego (algo que en el primer tiempo no pudo lograr) y mostró algunos chispazos de su rugby.

Y lo que no pudo hacer con su viejo libreto lo consiguió por su tozudez. Sin estridencias ni jogo bonito, cuando promediaba el complemento, Jerónimo de la Fuente apoyó el segundo try verdinegro, una conquista con la que el visitante prácticamente se aseguró el campeonato ya que después de ella, sólo un intercambio de penales modificó el marcador.

Así, con justicia pero sin sobrarle nada, Duendes logró dar en Fisherton una nueva y merecida vuelta olímpica, postergando por un año más el sueño de su eterno rival. A Jockey le queda el consuelo de que en la presente temporada hizo méritos suficientes para llegar a esta instancia, pero eso a Duendes poco le importó. La cultura de querer ganar siempre, de querer superarse más allá de todo, hace que el verdinegro sea distinto. Por eso hoy el fantasma está de fiesta, luciendo una nueva corona.