Juan Manuel Leguizamon |
En su primera temporada en el Lyon jugó todos los partidos como titular. Físicamente impecable, sereno en la toma de decisiones dentro de la cancha, ya es una costumbre ver a Legui como figura en los partidos que disputa. Y por si fuera poco, en pocos meses se casará con Loli. La mueca en su cara, entonces, es una respuesta natural. Es que a Juan Manuel Leguizamon la vida le sonríe.
Habla con el aplomo de los consagrados y elige las palabras justas para definir lo que viene para el seleccionado: "Será más exigente que un Mundial; una guerra de seis fines de semana", dice, y argumenta: "En un Mundial te cruzás con equipos como Rumania o Georgia, que son muy duros, pero no es lo mismo que jugar contra los tres mejores del mundo. Implica un desgaste físico y mental para el que tenemos que estar preparados. Pero vamos a estar bien".
Sabe que será una experiencia difícil, pero apunta a que el resultado de la travesía que comienza esta temporada les dé a los Pumas el conocimiento y bagaje necesarios para llegar a Inglaterra 2015 con otro cartel. "No tengo dudas de que después de este proceso los Pumas van a llegar de otra forma al Mundial. Más convencidos de cuál es el objetivo."
-Hace unos días se anunció la contratación de Graham Henry, entrenador campeón del mundo, como asesor. ¿Qué le aporta al seleccionado?
- Se trata de un sabio del rugby. Una persona que tiene una visión distinta. Siempre es muy bueno tener gente como él trabajando con nosotros. Según tengo entendido, Henry es un estudioso del deporte.
-Empezó un año especial?
-Todo lo que está pasando es una locura. Trato de ser cauto, pero es espectacular. Trato de hacer todo bien en mi club y de estar 10 puntos físicamente.
En un alto en la temporada por la definición del Seis Naciones, que el último sábado consagró a Gales, Legui disfruta de un merecido descanso en Buenos Aires. "Viene bien porque estoy jugando mucho y eso te quema la cabeza", aclara Legui, que con 28 años ya disputó dos mundiales.
-¿Cómo proyectás el año?
-Es un año muy exigente y movido, similar a una antesala de Mundial, con la ventana internacional de junio, el Rugby Champioship y después la ventana de noviembre. Increíble.
-¿Están preparados para semejante exigencia?
-Sí, estamos preparados. Los jugadores estamos en un proceso de maduración muy importante en el que no habrá bache, como ocurría antes. Pasamos del año del Mundial y tenemos esto [por el Rugby Championship].
-Ya pasaron varios meses del Mundial. ¿Qué balance hacés?
-El Mundial estuvo muy bueno. Lo que más rescato es el primer tiempo ante Nueva Zelanda; fue emocionante. Si bien entramos a ganar, nos sorprendimos de cómo dominamos a los mejores del mundo. Finalmente nos fatigamos y ellos aceleraron. Ahí te das cuenta de que faltan cosas, pero estamos en el camino correcto. Las decisiones que se tomaron fueron correctas.
-Un tema que preocupa es la negociación con los clubes por la cesión de jugadores. ¿Hablaste con el Lyon?
-Sí, lo hablé y están un poco asustados. Son casi tres meses? es una postura lógica la de ellos, pero está la ley [por la regla 9, que obliga a los clubes a ceder a los citados]. Lo están analizando, pero estoy seguro de que vamos a llegar a una solución.
En un año histórico para el rugby, Leguizamón encara los desafíos a pura alegría.
39 son los test-matches que jugó Leguizamón en los Pumas. Participó en dos mundiales (2007 y 2011) y logró siete tries. En su debut, ante Japón, en 2005, anotó su primera conquista.
Jugar en la Argentina¿Imaginás lo que será jugar con Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica en la Argentina?, se le pregunta. "Lo hemos hablado con algunos, cuesta creer? lo mismo pasó cuando estaba por salir el Cuatro Naciones. Ahora lo que pienso es en la lista. ¡Que den la lista ya! [Se ríe]. Cada vez que la dan tengo el mismo cagazo. Ojalá pueda estar", dice Leguizamón, un número puesto en los Pumas.