Felipe Contepomi |
La gran mayoría salió a dar unas vueltas por la ciudad, pero rápidamente volvió al Hotel Hilton, donde están alojados los 27 jugadores que convocó Santiago Phelan para el partido del sábado ante el Dragón Rojo. El búnker argentino en esta ciudad mira una de los muros laterales del Castillo de Cardiff, una de las grandes atracciones turísticas locales.
Fundado por los normandos en 1091 sobre el asentamiento de un antiguo fortín romano, el castillo medieval fue escenario de importantes batallas a lo largo de los siglos. Desde lo alto de Norman Keep, la torre fortificada, se puede ver gran parte de la ciudad y ahí asoma orgulloso el gigante Millenium Stadium, con capacidad para 74.500 espectadores que se construyó sobre lo que fue el mítico Arms Park, escenario histórico del rugby galés.
Ese será el terreno de un duro duelo para los argentinos. La última vez que los Pumas ganaron en esta tierra fue en 2001. Ese día, Felipe Contepomi brilló y anotó 25 de los 30 puntos que anotó la Argentina.
Hoy es otra la realidad del ex capitán del seleccionado nacional. Después de jugar la ventana de junio decidió bajarse del Rugby Championship y dejó la capitanía del equipo, ahora en manos de Juan Fernández Lobbe. El apertura/centro del Stade Francais está tranquilo y disfruta de cada momento que vive en la concentración. Es justamente esa palabra, "disfrutar", la que más repitió durante la entrevista. Con 35 años, cuatro mundiales jugados (1999, 2003, 2007 y 2011) y 78 test-matches, es el jugador más experimentado del plantel.
Y si bien se especuló con que esta gira podría ser el punto final de su exitosa carrera, el mellizo destierra cualquier posibilidad inmediata. "Del seleccionado no me voy a retirar nunca. Mientras siga siendo jugador de rugby y los entrenadores crean que puedo aportar algo, siempre voy a estar dispuesto", dice Contepomi.
La última vez que estuviste con los Pumas eras el capitán. ¿Qué sensaciones te genera esta vuelta y en qué cambia las cosas?
Cambia, y para bien, en el buen sentido. Hay un muy buen capitán, que es Corcho [Fernández Lobbe], y eso a mí me da tiempo para disfrutar. Disfruto estar en una gira sin tantas reuniones, sin las cosas que te consumían mucho tiempo por ser capitán. Hoy disfruto del seleccionado, de los chicos, del rugby y del juego, eso es lo más importante.
¿Te costó sumarte?
Mi último partido fue en junio, no hace cuatro años? Incluso en junio se hacía el mismo sistema de trabajo que empezó con Graham Henry.
¿Y respecto de la intensidad con la que viene el grupo por la participación en el Rugby Championship?
Y la intensidad es más o menos igual. Si bien vienen de jugar el Championship, yo juego al rugby profesional. Jugué 78 test-matches con los Pumas, la intensidad es la misma. Lo que veo, respecto de los entrenamientos, es que tuvimos dos días y no empezamos de cero. Hay una fluidez. Es más fácil así; está bueno.
¿La alegría de volver a una gira te impulsan a pensar en lo que viene? ¿Tal vez ser parte del próximo Rugby Championship?
No puedo pensar de acá a tres semanas, menos en seis meses. Mis objetivos son a muy corto plazo. A uno siempre le gustaría estar, siempre estoy dispuesto para el seleccionado, pero hay realidades. Cunado uno juega, y estuvo tanto tiempo en este equipo, entiende que va más allá de las ambiciones personales. Cuando me llamó Tati [Phelan] me sentía bien físicamente y sentía que le podía aportar algo al equipo; por eso estoy acá.
Desde hace un tiempo se viene especulando con que podrías retirarte ante Irlanda.¿Es así?
Son especulaciones. Uno puede tener ganas de 10.000 cosas... Me podés preguntar por el próximo Championship y sí, me encantaría estar. Pero no puedo pensar en eso. Sería un acto egoísta decir que me retiro de los Pumas. Cuando me retire, me voy a retirar del rugby, no de los Pumas. Voy a terminar mi carrera como jugador. A los Pumas nunca les voy a decir que no.
Entonces, ¿no le ponés punto final a tu carrera en los Pumas?
No, para nada.
Tenés 35 años, cuatro mundiales y 78 test-matches, ¿qué es lo que todavía te mantiene motivado?
Poder jugar a este nivel a mi edad y mantenerse activo, soy un agradecido a la vida y a Dios. Venir a los Pumas es todo. Cada vez que me convocan siento lo afortunado que soy. Y hoy me toca vivirlo más tranquilo, sin ser capitán, lo estoy disfrutando muchísimo. Sentí lo mismo que en la primera convocatoria, una alegría enorme. Lo estoy disfrutando.
¿Qué te queda pendiente con este deporte?
¿Ser campeón del mundo? (risas). Me di todos los gustos que me pude dar. El rugby fue muy generoso conmigo. Mi sueño siempre fue salir campeón con Newman.
¿Tenés pensado volver?
Y hoy no sé si voy a volver, pero no es algo que me quede pendiente. El rugby me dio demasiado.
Ya no están Ledesma ni Pichot y hace un mes se retiró Roncero. Sos el último de una generación que llevó al rugby argentino a lo más alto. ¿Qué sensación te produce?
Es distinto y creo que uno tiene que aprovechar y sacarle lo mejor a cada situación. Hoy lo mejor que puedo hacer es aprovechar la energía de los jóvenes y transmitirles la experiencia. El otro día me reí porque cuando debuté en los Pumas Santi Cordero tenía cinco años, ni había agarrado una pelota de rugby. Así como yo le puedo aportar algo, él me da muchísimo a mí, eso es lo importante.
El sábado se cumplen exactamente 11 años del último triunfo en esta ciudad...
Sí, me acuerdo. Increíble? ojalá se pueda repetir.