Juan Martín Hernández sin Mundial
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Su rodilla derecha le puso freno a la ilusión. Pese al esfuerzo y la dedicación, no respondió como esperaba. Cinco meses después de la operación a la que se sometió por la rotura del ligamento cruzado anterior, la decisión que ni él ni Santiago Phelan querían tomar se impuso. Juan Martín Hernández se quedó sin Mundial.
Fue duro. Un golpe durísimo, pero ya está. Nueva Zelanda se perderá su magia y los Pumas no contarán con su estrella. Pero no hay tiempo para más lamentos. Él lo sabe. Lo tiene claro y no duda en manifestarlo. Juani tiene la mirada fija en un nuevo horizonte: el Cuatro Naciones.
El torneo más competitivo del mundo -lo disputan Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica-, que la Argentina integrará desde 2012, es su nueva meta. "A nivel del seleccionado, mi objetivo es el Cuatro Naciones. Pese a la tristeza de no estar en el Mundial, es una gran motivación", dice el Nº 10 del Racing-Métro desde Paris. Pero el desafío tiene una etapa previa: "A nivel personal, primero viene recuperarme y volver a jugar".
-Ya pasaron algunos días de la presentación de la lista mundialista...
-Mala suerte; ya está. Hay que aceptarlo, pero cuesta. Es tiempo de apoyar al equipo.
-¿Cómo estás?-Triste, sigue costando aceptar que no voy a estar en el Mundial. Me imagino cuando empiecen los partidos va a ser tremendo. Ahora tengo que seguir la rehabilitación. Antes de que den la lista me exigí bastante. Ahora estoy con un programa de rehabilitación más normal. No hay ningún apuro; voy a hacer todo como corresponde.
-Se te nota tranquilo. Parece que aceptaste lo que ocurrió.-Tengo la tranquilidad de haber dado todo. Hice todo lo que estaba en mi poder para poder estar. Sacrifiqué todo. Lo único que tal vez no logré fue estar con los chicos [por los Pumas]. Era lo que quería. Me hubiese gustado estar en Pensacola o después en Buenos Aires. Pero eso no cambia lo que fue la rehabilitación.
-¿Te queda alguna sensación negativa?-Siento impotencia porque pude haber estado, pero la lesión no me lo permitió.
-¿Viajás a Nueva Zelanda?-No, creo que no voy a ir.
-Vas a ver el Mundial desde París. ¿Cómo imaginás ese momento?-La verdad es que a los partidos los voy a vivir como en estos dos años. Es claramente un evento más importante, pero ya sé lo que es ver los partidos de afuera. Eso sí, va a ser duro cuando los vea cantar el himno...
-Coincidís en que por edad, prestigio y características técnicas, te perdés algo que difícilmente volverá a repetirse.-Hubiese estado muy lindo estar. Con el Mundial pasado como experiencia, más el tiempo de juego en Francia y Sudáfrica... estoy en una muy buena edad para jugar de apertura.
-Vas a tener 33 años el próximo Mundial, ¿llegás?-Espero que sí. Estos años de lesiones por lo menos descansé (risas).
Su vida deportiva lo hizo fuerte a fuerza de golpes. Las lesiones de los últimos años le permitieron estar con el seleccionado a cuenta gotas, pero un nuevo porvenir se abre frente a sus ojos, en el que la Argentina necesitará de su magia.