Los internos practicando scrum
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El evento se enmarca en el programa de actividades deportivas que desde el Ministerio de Justicia se impulsa en las 53 unidades que dependen del Servicio Penitenciario Bonaerense, y contará con la participación de uno de los entrenadores de Los Pumas, Mauro Regiardo y los jugadores Francisco Albarracín ( Jaguar – selección profesional – y La Plata), Antonio Mazzoni (selección de Buenos Aires y La Plata) y Dimas Sufern Quirno (La Plata). Además del presidente de Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), Néstor Galán.
Está prevista una charla entre los destacados deportistas y los integrantes del equipo de detenidos, que fue bautizado con el nombre de “Fénix”, y luego se llevará a cabo una práctica de manejo de pelota, trabajo de fuerza y empuje, scrown y formaciones de las líneas de ataque y defensa.
El inédito proyecto deportivo surgió en noviembre del año pasado y fue tomando forma hasta que el 5 de diciembre último se fundó el club, cuando fue reconocido por la Federación de Rugby. De acuerdo a los organizadores, es la primera vez que se oficializó un equipo de rugby dentro de una Unidad Penitenciaria en Sudamérica.
Fénix está conformado por 31 detenidos y cuatro agentes penitenciarios. Algunos han jugado en equipos de primera y entrenan todos los martes y viernes entre las 14.30 y 17 en el campo de deportes de la dependencia carcelaria, donde realizan actividades aeróbicas, de velocidad y de reacción; y, el profesor de educación física Guillermo Pujol, ex jugador de La Plata, se encarga de la enseñanza de distintas tácticas.
La camiseta es color negra y cada jugador cuenta con un carnet. El promedio de edad es de 31 años, aunque el menor tiene 20 y el mayor 55. Según se informó, para participar del proyecto los internos deben cumplir elevadas normas de convivencia y desarrollo personal. Todos son estudiantes de los niveles terciarios o universitarios o trabajadores y tienen que demostrar buena conducta y un verdadero sentimiento de reinserción social.
El proyecto busca fomentar los deportes no tradicionales entre la población carcelaria y realzar el trabajo en equipo y en conjunto para un mejor desarrollo de las tareas colectivas e individuales. “El rugby fomenta el compañerismo, el respeto mutuo, sin descuidar al individuo, forjando la autoestima y moldeando su personalidad al observar y haciendo observar las reglas del juego. Y por sobre todo porque el rugby fomenta el espíritu de grupo como ningún otro deporte lo ha conseguido hasta ahora”, dijo Carlos, uno de los detenidos jugadores.
La segunda etapa de esta iniciativa es jugar partidos amistosos contra equipos de veteranos o intermedia.