El gran Rimas Álvarez
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El Flaco, como se lo conoce en el ambiente del rugby, no estuvo en el primer partido de esta ventana internacional porque jugó con el Perpignan la final del Top 14, en la que su club derrotó al Clermont de Mario Ledesma y Martín Scelzo. "Mucha gente decía que aún estaba en condiciones de seguir jugando, al menos por un tiempo. Sin embargo, la decisión ya estaba tomada, y hoy fue mi último partido con el Seleccionado", repitió el jugador de 106 kg y altura de 1,97.
Le queda un año de contrato a Rimas Alvarez en el Perpignan, pero decidió en la semana previa al test con Inglaterra en Salta que este ante Barbarians será su último partido con Los Pumas.
"Varios dicen que me juego la vida en cada partido, y me alegra mucho que la gente se de cuenta de eso. Fueron diez años muy lindos, que disfrute mucho con diferentes camadas de jugadores. Me queda el lindo recuerdo de haber jugado mucho tiempo con Los Pumas", confesó.
"No me arrepiento de nada. Fue una etapa hermosa en mi vida", dijo el Flaco, cuando salió a los 10 minutos del complemento, y le dejó el lugar a Esteban Lozada, uno de los que luchará por ser su sucesor como compañero de Patricio Albacete. Se fue con una gran ovación de Vélez. La gente aplaudió de pie a un verdadero titán, que supo vestir con honor la camiseta celeste y blanca. Levantó la Copa, fue elegido el mejor jugador y sus amigos del plantel lo llevaron en andas. No le faltó nada. Se lo va a extrañar...