El Capitán de los All Blacks, Richie Mc Caw
|
La gesta épica de los Pumas en Francia 2007 terminó de moldear la nueva fisonomía del rugby mundial. Además de respeto, el seleccionado argentino se ganó el raro privilegio de ser cabeza de serie en el sorteo de los grupos para la próxima Copa del Mundo, en Nueva Zelanda, en 2011 (compartirá la zona B con Inglaterra, Escocia y otros rivales). Sin embargo, será el ingreso en el supercompetitivo Tri Nations, casi con seguridad en 2012, el acontecimiento que trace con mayor precisión el futuro del rugby argentino.
"Lo que hicieron durante el último Mundial demuestra el nivel de progreso que lograron en los últimos años. Su nivel no me sorprende porque sus jugadores actúan en las ligas más competitivas de Europa. Cuando juegan como locales son más difíciles todavía", relató vía telefónica desde Wellington.
Considerado el mejor tercera línea del mundo, MacCaw, de 28 años, debutó en el seleccionado más poderoso del planeta el 17 de noviembre de 2001. Dos semanas más tarde se enfrentó con los Pumas en el Monumental, en un partido increíble. La Argentina vencía por tres puntos a tres minutos del epílogo, pero sobre el final ganaron los Hombres de Negro 24-20. "Recuerdo ese partido. Fue excitante jugar en un estadio lleno y con tanto aliento. Esa noche los Pumas hicieron un gran partido y nos costó muchísimo ganarles. Después de aquello nos inspiraron un gran respeto".
Siete años después de aquel encuentro, el seleccionado argentino continúa con su afanosa tarea para subirse al tren de la modernidad. El Plan de Alto Rendimiento (Pladar), presentado a comienzos del mes y que contempla un contrato anual entre la UAR y 31 jugadores "amateurs", se interpreta como un punto de partida en ese sentido.
Hace un tiempo que la Sanzar, la entidad que agrupa a las uniones de Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia -y organiza el Tri Nations y el Súper 14- invitó formalmente a los Pumas. Por su cuenta, la Unión de Sudáfrica es la que hasta aquí se mostró más inclusiva con los Pumas. Australia y Nueva Zelanda, en cambio, oponen cierta resistencia. El reparto del dinero de la televisación, la distancia geográfica y los ingresos por ticketing son ítems que alejan a la Argentina del certamen.
Con diplomacia, Richie McCaw, que será la imagen del próximo Mundial, explicó su posición. "Estoy seguro de que los Pumas pueden jugar el Tri Nations. Tienen derecho a querer participar, y sería bueno que lo jueguen. Los Pumas tienen que estar en ese torneo. Pero no es tan simple", advirtió.
Los All Blacks, reyes absolutos del Tri Nations con nueve coronas, no han logrado plasmar su superioridad en todos los mundiales. Sólo festejaron en 1987, en el certamen disputado en Australia y tierras maoríes.
¿Por qué Nueva Zelanda no juega tan bien en los mundiales?, se le consulta a McCaw. "No tengo la respuesta. La verdad, no lo sé. Un Mundial es una cita muy importante y los otros equipos juegan realmente bien", argumenta. Se le insiste: ¿En 2011 tendrán más presión por ser locales? "Los All Blacks siempre tienen presión".
El tercera línea aceptó que en los últimos años el mapa internacional del rugby se reacomodó. Los contratos de la poderosa Europa tentaron a jugadores del Hemisferio Sur para aportarles jerarquía a los torneos en Francia y las islas británicas. En uno de los casos que generaron debate, el extraordinario apertura neozelandés Daniel Carter aceptó una oferta para jugar seis meses en Perpignan, del Top 14 francés. Para McCaw, la decisión de Carter, como la de muchos compatriotas, debe ser respetada. "Yo también tuve la oportunidad de jugar en Francia y la deseché. No la descarto en un futuro", sostuvo.