Mario Ledesma
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"El lunes hicimos triple turno y, para mí, fue como entrenarme un mes", dice Mario Ledesma y lanza un suspiro. Referente de los Pumas, el hooker, de 36 años, será titular mañana ante Inglaterra, en Twickenham, en el comienzo de la gira por Gran Bretaña (a las 11.30 de Buenos Aires), y disputará su partido N° 70 en el seleccionado, para quedar a dos de Agustín Pichot, el quinto que más jugó para la Argentina.
Con 13 años en los Pumas (debutó el 18 de septiembre de 1996 ante Uruguay), Ledesma reconoce que no lleva la cuenta de sus encuentros disputados, pero le da satisfacción alcanzar esa marca por todo lo que disfrutó con la camiseta celeste y blanca, aunque aclara que celebra no tener que vivir de recuerdos.
Hoy, Ledesma no proyecta si jugará la Copa del Mundo de Nueva Zelanda 2011, sino que espera poder renovar con Clermont, su club en Francia, para seguir en el rugby profesional. También, aguarda por el nacimiento de su hija, con fecha para el próximo 7 de diciembre. "Si mi mujer no me dejaba, no venía a la gira", dice y comenta que, a su edad, la estadía de tres semanas con los Pumas ya se torna larga. "Es mucho, especialmente por la familia. Los chicos te extrañan y es cada vez más complicado recuperarse después de los partidos", dice.
-¿Cuáles son los mejores recuerdos de tus test-matches con los Pumas?
-Lo primero que se me viene a la cabeza es el debut, en 1996, en la gira por Canadá (vs. Uruguay). Eramos 12 o 13 que debutábamos y fue impresionante. Después, la primera vez que jugué contra los All Blacks, a pesar de que nos hicieron como 90 puntos (fue derrota por 93-8, en Wellington). También, cuando le ganamos en Ferro a Australia (18-16). El partido del Mundial 1999 contra Irlanda, que nos clasificó a los cuartos de final, y todo lo que significó 2007, con el tercer puesto en la Copa del Mundo de Francia. Por suerte, puedo seguir disfrutando. Sorpresa y media continúa.
-Así que no llevás la cuenta de tus partidos?
-La verdad es que no. Me pone contento por todo lo que viví en la selección y porque, en el caso de esta gira, estuve cerca de quedarme afuera por lesión. Es lindo haber jugado 13 años en los Pumas y ver cómo fue cambiando todo. La gente ni siquiera se desempeña tanto tiempo en sus clubes. Cuando empecé, tomábamos agua de la canilla del mismo bidón y ahora cada uno tiene su botellita de agua mineral. Ni cuando era chiquito soñaba con jugar tantos partidos.
-¿Es una responsabilidad especial ser el hombre de más experiencia en un plantel con muchos jóvenes?
-Antes me habría pesado más. Hoy, lo asumo como una responsabilidad y un desafío, que es lindo. Me cuesta menos transmitir. Antes, la forma en que lo hacía no era la mejor. De a poco, estoy aprendiendo a ser más paciente y a lograr que mi mensaje llegue correctamente. Espero hacerlo bien y que los más chicos lo aprovechen.
-¿Te imaginás en el Mundial de Nueva Zelanda 2011?
-Pienso en la próxima Copa del Mundo, pero no me proyecto. No hago planes para ese año. Quiero renovar con el club y seguir jugando profesionalmente. Después, el cansancio y el desgaste son parámetros en los que no tengo que ver. Quizá decida mi cuerpo, yo, mi mujer. No sé qué va a pasar. También veremos hasta cuándo les sirve a los entrenadores de los Pumas que yo esté en el equipo. Si llego al Mundial, genial. No pienso en el retiro ni me pongo plazos.
3 son las Copas del Mundo en las que intervino Ledesma. Estuvo en Gales 1999, Australia 2003 y Francia 2007. En los 69 partidos que disputó con los Pumas, anotó 15 puntos.
Un primera línea de lujo
Ledesma compartirá la primera línea con Scelzo y Roncero, por lo que se verá la misma de Francia 2007. "Es un punto a favor. Scelzo es uno de los pilares más destacados del mundo", dijo Ledesma, que agregó: "No sé si es la mejor primera línea, pero que es una de las mejores del planeta, estoy seguro".