Fue jugador de Natación y Gimnasia y de Los Tarcos, jugó en el seleccionado tucumano y fue entrenador durante diez años del seleccionado naranja en su época mas gloriosa.

¿Cómo comienza tu historia con este deporte?
Arranque a los catorce años en Natación y Gimnasia, descubro lo que es el rugby y conozco a Carlos de la Serna (que falleció), en Natación me dieron ropa y me largaron un domingo a jugar, el bichito entro y nunca mas deje el rugby.

¿En qué época jugaste en Natación?
Jugué en Natación y Gimnasia entre 1964 hasta el año 1972, a los 16 años jugué en la primera y a los 18 años fuí capitán de la primera.

¿Por qué te vas a Los Tarcos?
Me fuí de Natación por esas cosas de chico de querer progresar, en Natación se había producido un gran vacio por que nuestros jugadores referentes dejaron de jugar. Yo quería mantener el nivel y los Rojas me llevaron a Los Tarcos, así como fui a Tarcos podría haber jugado en Universitario por que el "Negro" Guzman, viejo zorro, también me invitaba. Después llegó mi etapa en Tarcos como jugador, entrenador y dirigente, pero no me olvido de Natación.

¿En qué puesto jugabas?
Jugaba de centro y termine jugando de apertura.

¿Cuales eran tus características de juego?
Viene bién la pregunta por que los otros días en una cena homenaje a Carlos de la Serna, había gente que me había visto jugar de chico y me decían "como me gustaría verte jugar en esta época de nuevo, con esa velocidad y cambio de paso que tenías", me gustaba mucho la parte defensiva, me consideraba mejor defensor que atacante, pero era un equilibrio, como es un equilibrio mi vida en muchos aspectos, era un jugador que me gustaba entregar todo y siempre me gustaba jugar en serio, nunca lo tome al rugby como un pasatiempo.

¿Cuanto tiempo jugaste en Los Tarcos?
Tuve la suerte de jugar en Tarcos entre 1972 y 1978, terminé siendo elegido capitán por un gran tipo como Carlos Zelarrayan, a quién el rugby tucumano le debe mucho.

¿Fuiste entrenador de la primera de Tarcos?
En 1979, se produce un quiebre y mi amigo Humberto Gravano me habla para entrenar la primera y tomé el desafío junto al "Mono" Risso y entrenamos con la sola experiencia de haber sido jugador, tuvimos que estudiar para progresar y me tocó entrenar la primera por varios años y obtener resultados deportivos muy importantes.

¿Cómo jugador obtuviste algún campeonato?
Si, en Tarcos salimos campeones en 1975, 1976 y en 1977 cuando se hizo por primera vez el torneo nacional y la final se la ganamos a Belgrano en cancha de San Martín.

¿Algún título como entrenador?
Como técnico de Los Tarcos tengo los campeonatos de 1983 junto a Juan Carlos López y en 1994 junto a Marcelo Ricci.

¿Jugaste en el seleccionado?
Si, en el año 1966 y con solo 16 años ya jugaba en el seleccionado provincial y nunca gané un campeonato como jugador del seleccionado.

¿Qué recuerdos te deja el haber vestido la camiseta naranja?
Significo una cosa muy especial, a pesar de que en esa época eramos grandes perdedores y la diferencia del rugby del norte con potencias como Buenos Aires, Córdoba y Rosario eran grandes. Tengo un cariño muy especial por la camiseta del seleccionado y ahora lo tengo a mi hijo jugando en la selección, te aclaro que he jugado con la vieja camiseta marrón del seleccionado tucumano.

¿Entrenaste al seleccionado por diez años?
Si, siempre me gustaron los desafios, en 1981 estaba con el primer M-21 de Tucumán y en 1982 le ofrecen a "Manolo" Galindo y a Alejandro Petra el seleccionado mayor, me invitan a participar y se forma ese trio. Los recuerdos son muchos, una època gloriosa para el rugby de Tucumán. Ganamos cinco títulos argentinos, varios torneos del centro de la república y dos giras inolvidables por Australia y Nueva Zelanda.

¿En esa època le jugaban de igual a igual a las grandes potencias mundiales?
Ahora me doy cuenta que nuestros jugadores eran unos atrevidos, Tucumán creció deportivamente en ese momento que se hizo un gran despegue y empezaron a venir esas potencias mundiales. Era una locura jugar con esas potencias, nosotros tan amateurs y ellos empezando a entrar al gran profesionalismo que hoy se ve en el rugby mundial, la diferencia física y de preparación era enorme y sin embargo el corazón del jugador tucumano hacía que esos partidos se emparejen, algunos estuvimos a punto de ganarlos, se le empató y se le ganó a Francia.

¿Los Franceses no se van a olvidar nunca de su paso por Tucumán?
Me ha pasado ahora siendo dirigente de la UAR estar junto a Serge Blanco, me presentan y le dicen a Blanco que yo era de Tucumán y ex entrenador del seleccionado, él me contesto, hay dos lugares que nunca me voy a olvidar de mi etapa como jugador, jugar en Nueva Zelanda y en Tucumán era bastante bravo jugar. Esas cosas te hacen sentir que todo lo que se hizo en aquel momento era muy bueno.

¿Y llegó la etapa como dirigente?
Llega esta etapa de ser dirigente por que uno está mas grande, con mas experiencia y sigo aplicando cosas como entrenador a esta realidad que me toca vivir como dirigente, mi carrera dirigencial nace en el año 2000 en Tarcos.

¿Cómo surgió la candidatura para ser presidente de la UAR?
Es una sorpresa que la estoy madurando, mi llegada a la UAR fue con responsabilidad y con el propósito de trabajar, involucrarme y comprometerme con la gestión. Es un momento especial para el rugby del país, un grupo de grandes presidentes de las uniones del interior han visto en mi persona la posibilidad de un nuevo desafío en mi vida deportiva.

Si llegras a ser el presidente de la UAR. ¿Cuál es el proyecto?
Primero hay que llegar y me tengo mucha fé para ser el nuevo presidente de la Unión Argentina de Rugby, como gran proyecto es tratar de ser la continuidad en muchos aspectos de la gestión de Porfirio Carreras, mejorar la gestión y mantener el equilibrio entre este profesionalismo que nos va llevando y el amateurismo.

Soy un convencido que ese profesionalismo es una fuente de crecimiento, es una fuente de ingresos para nuestro deporte y no descuidar y mirar para adentro a la gallina de los huevos de oro que son los clubes y los seleccionados provinciales que son la materia prima que va a alimentar lo otro.

¿Sos consciente que sería muy importante que un hombre del interior del país sea presidente de la UAR?
Soy consciente por que es una expectativa muy grande y una gran responsabilidad, hoy hay 23 uniones que estan apoyando mi candidatura, de algo espontaneo que se dió y creció. Buenos Aires tiene que estar compartiendo con nosotros, no se me ocurre una conducción sin Buenos Aires junto a todo el país, el desafió es enorme, voy a transmitir mi impronta y mi forma de ser.

¿Que la vas a aportar al rugby argentino?
Mi corazón me dice que una de las cosas que voy a aportarle es que sea una unión argentina que camine mucho el interior de mi país, que este muy a la par de Buenos aires, quiero que mi dirigencia este cerca de nuestro deporte interno, mejorar mucho la competencia, querer y cuidar a la UAR. Percibo que a veces se pone mucha distancia cuando uno llega a ser dirigente y no tiene que ser así, hay que arrimarse a todo aquel que necesite una mano desde el mas chico hasta el mas grande.

¿Por qué Luis Castillo tiene que ser presidente de la UAR?
Tengo que ser presidente de la UAR por que el destino me ha llevado hasta aquí, te aclaro que es un destino no buscado, nunca pense en ser dirigente de la UAR. Tuve mi paso en el año 2003 como integrante de la comisión de juego y selección, dirigí un M-21 y actualmente soy vicepresidente de la UAR.

¿Pero te tocó esta posibilidad?
Si, digo que soy un agradecido, que tengo mucha suerte, es un desafío mas en mi vida y que lo tengo que enfrentar como tal y trataré de dar lo mejor con un buen grupo de trabajo, soy un convencido de los equipos de trabajo y mas yo que vivo a 1300 kilómetros de Buenos Aires.

¿Qué tiene que darse para que crezca el rugby argentino?
Primero hay que despojarse de mucho egoismo, la exigencia que implica el rugby internacional hace que se deba seguir con una linea coherente que se llama PLADAR y que tiene mucho mas para dar y controlar la gestión de estos centros de alto rendimiento. Y en la parte amateur así como desde la UAR se le exige a las uniones que cada vez que sean mejores, a nuestros dirigentes hay que prepararlos, a la estructura del rugby amateur hay que apuntalarla desde el punto de vista presupuestario.

¿Qué tiene que suceder para que el rugby del interior de ese gran salto?
Tiene que existir mucha unidad entre las uniones, tienen que existir proyectos comunes, despojarse del egoismo como lo he manifestado. Y la competencia hay que mejorarla, soy un enamorado de los campeonatos regionales, nuevamente estamos con el torneo del interior, que fue por varios años eliminado y a apuntar en algún momento a un gran campeonato nacional.